6 de julio de 2017

-Vino de pasa.

Ese día tenía para comer en la calle Vino de pasa,
que placenteros recuerdos me traía.
Vino a mi mente una pandilla de estudiantes del Instituto Sánchez Cantón de Pontevedra,
que buscaban la forma de colocarse más barata.

La solución en Los Ríos.
Allí vendían vino de pasa embotellado a muy buen precio

Adquiríamos una botella por barba.
Y luego con la poción mágica nos dirigíamos a los tubos
(Cilindros de hormigón apilados en un lugar de la zona antigua de Pontevedra).

Allí nos acoplábamos cada uno en su lugar
y comenzábamos la ingesta masiva

Siempre había algún porro

Ya fuera de Nito o el Abuelo.

Bebíamos rápido. De penalti.
Y el resultado era como el crack
Indecente colocón.

Ya puestos nos dirigíamos a Golope
a cuya puerta “potábamos” más de uno.

“Barón Rojo” o “Leño”
hacían que nuestra borrachera adquiriera razón de ser.

Porros y más porros
nos situaban en otro mundo,
sin duda mucho más interesante que éste.

Las mayoría eramos del instituto
aunque ya había alguno estudiando FP
(Formación Profesional).

Yo, como alguno de mis amigos,
estudiaba en el INGABAD
y acudía durante el día a la academia de Brea.

El caso es que la gente estudiaba en el INGABAD
o por libre
porque estaban trabajando.

Yo lo hacía por puro placer.

El caso es que saqué muy buenas notas
Y dejé a mis padres contentos.

Todos mis éxitos eran celebrados con vino de pasa.

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