Las cosas que
sueña un viejo escritor...
Llevaba ya cinco
años separado.
Había sido
reconocido como poeta y escribía todos los dias.
Fue un encuentro
muy agradable.
Ella, Vera,
trabajaba en una tienda de ropa de segunda mano que estaba a la vera
de El Refugio.
Tonteamos en un
encuentro de ONGs.
Y yo le pedí su
móvil
La llamé y
quedamos.
La invité a casa
a cenar: Merluza al horno.
Me contó su vida:
Familia desestructurada, delincuencia..
A mi me fascinó.
Yo le conté mis
viajes y le enseñé fotos.
No dejemos pasar
el tiempo: ¿Nos acostamos?.
Me encantó la
propuesta. Y así lo hicimos.
Era muy muy
cariñosa.
Y yo no recordaba
otra pareja que lo hubiese sido tanto
Además a pesar de
mi edad respondí bastante bien sexualmente.
Hoy, diez años
después, Vera y yo estamos casados por lo civil,
Y tenemos una
preciosa hija: Luz.
Kiko Cabanillas.
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