-“¿Tú eres
Carlos, no?.
-”Siiii. ¿Cómo
estás Kiko?”
Fue compañero mio
en el CEU de Periodismo, en Madrid.
Además mantuvimos
una amistad en torno a la literatura.
Él también
escribía. “Tilmalina tilmanidad la tuya...”.
Eramos un trío
fusionado por la literatura Elba, Carlos y yo.
Yo me liaría con
Elba que me daría dos hijos y un divorcio.
-”Cuentame tu
vida desde que dejaste el CEU, Carlos?.
-”Pues verás
seguí y sigo escribiendo.
Trabajé en una
editorial como negro (escribe obras que son legalmente de otros
autores).
Por consejo de un
amigo me metí en el mundo del teatro.
Tengo ya diez
obras de teatro publicadas y siete representadas.
Caí en una
depresión importante por mi trabajo de negro y porque no me
publicaban nada de narrativa.
Pero salí...
Gracias a Tilma y
a mis hijos.
Estudié y me hice
profesor de literatura.
Tengo conocimiento
de que tu te has convertido en un escritor importante. Pero, chico, no
sabía que escribías en la calle.
Pongo mi editorial
a tu servicio para salir del asfalto”.
-”No Carlos si
no es un problema. Escribo mucho mejor en la calle. De hecho tengo un
duplex aquí cerca.
Lo que si me
gustaría escribir contigo a medias...
¿Qué te parecer
recordar viejos tiempos?.
Por cierto de Elba
me separé. ¿No te extraña?”.
“No me extraña
en absoluto. No teníais nada que ver”, dijo.
“Ahora ando
detrás de varias, pero estoy profundamente enamorado de Sonia, quien
fué copañra de ONG y trabaja y vive en Madrid”, señalé.
“Pero mi
verdadero Amor es la literatura.
De ella soy su
esclavo.
No es una relación
de igual a igual. Yo soy su Sumiso”, destaqué.
A continuación
fuimos a mi casa, donde pude enseñarle odo lo que tenía publicado,
y conservaba.
Vimos “Primera
Plana” de Willi Wilder, en vìdeo. Y nos despedimos, quedando eso
sí en el Facebook, en el que ambos somos muy activos.
Si yo no lo había
localizado hasta el momento es porque firma con pseudónimo.
Kiko Cabanillas.
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