Trabajar por mi
cuenta. Y acabar cubriendo alguna guerra.
Repito que ese
hubiese sido mi destino de nos haberse cruzado la “Underwood” en
mi vida.
¿Cómo sería?.
Para mi el
Periodismo es la literatura socialmente comprometida. Y el Arte de la
fotografía.
Yo trabajaba por
mi cuenta: Era “freelance”.
Irak, Siria,
África. Muchos eran los países que había conocido en guerra.
Normalmente iba
acompañado de fotógrafo pero yo también hacía fotos.
Cuando iba con
fotógrafo yo le pagaba por su trabajo.
En Irak descubrí
que los americanos sabían de sobra que en el país no había armas
de destrucción masiva, pero tenían interés en su petróleo.
Mis fuentes habían
sido las de un trabajador de la embajada norteamericana y un
teniente irakí.
Después de estar
en Irak continué investigando y publiqué mi tesis que tuvo gran
repercusión internacional.
A continuación
conseguí empotrarme en la Mara Salvatrucha colombiana.
Y ello me sirvió
para hacer un análisis detallado del porqué estos jóvenes abrazan
algo que no es sino toda una filosofía de vida.
Y finalizado el
reportaje regresé a las guerras. Esta vez africanas.
Los soldados
africanos estaban muy influenciado por el vudú. Y consumían una
droga local de claros efectos alucinógenos.
Puso fin a mis
guerras Keka, una trabajadora de ONGs a la que había conocido en A
Coruña.
Y quien a pesar de
tener marido e hijo se vino a vivir conmigo con el pequeño.
Abracé la
literatura y a escribir libros me dediqué.
Libros de mis
viajes que me permitían seguir viviendo mis tasn queridas guerras.
Con Keka abrí una
librería.
Y de ello y de su
trabajo en la ONG madrileña vivimos cómodamente.
Kiko Cabanillas.
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