2 de julio de 2017

-Me contrata la Editorial Losada.

Escribiendo en la calle. Cuando de repente se me acercó un hombre trajeado quien portaba un sombrero muy elegante.
“Buenos días”, saludo.
“Me presento: Soy Jesús Arias, director de la Editorial Losada, argentina como usted sabe.
Estamos interesados
en que escriba para nosotros”, “¿Qué le parece?”, añadió.
Buenos sería un cambio.
De todos modos yo le tengo mucha estima a su editorial,
pues cuando estuvo mi padree en su país se trajo muchísimos libros de Losada,
sobre todo de Neruda. Ahora heredé yo esos libros”.
Así pues acepté. Me instalé en el despacho de casa...

Y comencé a escribir
Ya tenía contratos con otras dos editoriales,
sin por ello
haber que tenido que dejar la calle.

Me pagaban bien,
Y me daban absolutalibertadde creacción.
Pero Era un escritor al uso. Y a mi eso no me gustaba

Así pues decidí volver a la calle,
Y seguir con Losada desde el asfalto.

Era un engorro porque lo que escribía para Losada
no podía Venderlo.

Me había desnaturalizado.


Así es que decidi dejar Losada. Les llamé y me despedí. Asimismo redacté una carta en la que explicaba el porqué de mi decisión.




Y de repente volví a la realidad: Nunca nadie de la Editorial Losada -que quizás ni exista ya- me había hecho una oferta. Habían sido fantasías mías
Yo era un escritor callejero y si nadie lo remedia seguiría siéndolo.

Yo sabía a lo que me atenía cuando tomé esta decisión.

Y la editorial Losada venía a recordarme que aún estaban a tiempo dedar marcha atrás.
Y que....
Dejarme manipular por el mundo editorial. Codearme con escritores que lo único que aman en este mundo es a sí mismos
No, No y NO.
                                                  Kiko Cabanillas.
























































































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