12 de julio de 2017

-Suegro.

Ciertamente mi suegro -rememoraba en mi banco- era un hombre de carácter. Y de él lo heredó mi mujer.
Pepe, que así se llama, era natural de Constantina, pueblo sevillano en la frontera con Extremadura.
Era hijo de un valiente.
Y lo de valiente lo digo porque en la guerra intercedió por un vecino que iba a ser ajusticiado y le salvó la vida.
Pepe trabajó por motivos económicos desde mu joven.
Primero en un banco de botones.

Y fue subiendo puestos hasta llegar a ser jefe del departamento de Informática.
Ese chaval que tuvo que dejar de estudiar para ponerse trabajar.

Estuvo casado muchos años con Julia, de quién mi hija tomó su nombre.

Y ella supo con un constante tira y afloja que su carácter no causara demasiados problemas.

Pepe siempre fue muy austero. Pero ahora de mayor se permite pequeños vicios como su botella de oporto.
Es, como lo era Julia, del PP y ferviente católico.
Y le gusta invitar a sus hijas, con sus familias, a comer de vez en cuando.

Ahora vive con su hija Ana, que se ha separado de mí,
Y, según mi ex no da trabajo ninguno pues se hace todo.

No cocina, lo único.
Pero es sobrio tanto en la comida como en las bebida.

Por sugerencia mía Juana, la chica del servicio, nos cocina de vez en cuando migas, parecidas a las que se comen en Constantina.

Plato extremeño que a mi particularmente me fascina.

A Pepe también le cautivan pero dice que las que comía en su casa eran distintas, con más tomate.

Tiene comprado en el chalet de El Escorial de su hija Gloria un cuarto del chalet.
Y disfruta sin igual de sus perrunillas
Le gusta también darse paseos por el monte.

Y lo cierto es que para su edad, 84 años, está hecho un chaval.

Conmigo se lleva muy bien a pesar de nuestras diferencias políticas: Yo soy de izquierdas.

Sólo que yo sé de sobra que hay temas de los que no se puede hablar con mi ex-suegro

Esa asimismo, un poco sargento.

Habituado a ser jefe en el trabajo y en casa.

Pero sobre todo es muy buena persona y quiso y querrá a la Juli,
por toda la eternidad.
                       Kiko Cabanillas.





















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