21 de octubre de 2017

El mundo árabe me posee.

Estoy estudiando árabe en la Escuela Oficial de Idiomas de A Curuña y por Internet desde casa.
Tengo muchas dificultades porque como sabéis tras mi accidente tengo problemas de memoria reciente. Pero bueno que si en lugar de leerlo diez veces lo tengo que leer quince, pues muy bien.
Además he solicitado una adaptación curricular, por lo que mis exámenes serán más sencillos: Repetirán las preguntas y será todo más lento.
Además tengo mucha amistad con Ahmad, estudiante sirio.
Y la guinda a la tarta la pondrá el director sirio del Araguaney, cuyo nombre no recuerdo, y con el que voy el lunes a ver una película de su país en Santiago y luego a mantener una tertulia.
Para poder asistir a esta cita he tenido que suspender mi Club de Lectura de la Biblioteca Municipal Los Rosales, lo cual denota mi interés al respecto.
Además tendré que ir con bastón pues mi minusvalía se ha encargado de recordarme que tengo serias dificultades de movilidad.
Si por mi fuera vendería el duplex y compraría un piso más pequeño donde me movería con menos dificultades, pero mi casi ex-mujer no me deja: “En el convenio hemos fijado que en dos años no lo puedes vender".
                           Kiko Cabanillas.


17 de octubre de 2017

No me atienden.

He redactado el artículo “A Coruña continúa emigrando”.
Y ahora este triste “free lance” quiere colocarlo.
El hecho en sí es ya bastante duro porque no puedo cobrar lo que escribo por ser un pensionista. De todos modos tampoco me han ofrecido dinero en ningún momento. Y desconocen mi discapacidad.
Pero el redactor de un periódico anda siempre con prisas.
Llego a decirme el redactor jefe de La Opinión que no me iba a encargar más artículos, pero...
Una vez que se los expongo no me puede decir que no. Y más cuando son gratis.
No diré su nombre para preservar su intimidad.
Y seguiré...
No sé que deseo más: Que me lo publiquen o que me ignoren y acabar con ello con esta triste modalidad de prostitucióm.
Pero yo que culpa tengo de ser periodista.
No se hacer otra cosa. Bueno...
No tan bien.

También soy fotógrafo, para ser autónomo.
                                                         Kiko Cabanillas.

15 de octubre de 2017

Y llegó el domingo...

Éste fin de semana he tenido en casa a mi mujer (casi ex-mujer). Y a mis hijos.
Santi y Ana ya se han ido. Y en breve se irá Juli a Santiago (donde estudia tercero de Derecho), donde está mucho más feliz que en la Autónoma de Madrid, donde estudiaba antes. Además viene a A Coruña todos los fines de semana y yo la devuelvo con una pescadilla al horno y filetes de Paco incorporados. No me engaño: Viene por sus amigos coruñeses, pero un poco también por mí.
Estoy leyendo mucho -libro diario, de poesía- y estudiando árabe con muchas ganas.
Celeste -mi profe- me ha dicho que no puedo ir al viaje que organiza porque es de mucho andar. “Ya habrá más”, dijo.
Leo compulsivamente y no retengo todo lo que desearía. Pero no lo puedo evitar.
Tengo tres fuentes de libros: El club de lectura de la biblioteca, el taller de Filosofía -donde estoy disfrutando sobremanera un libro sobre el Islam-, y el servicio de préstamos de la Biblioteca. Todo ello gratuito.
Soy incapaz de no coger un libro que me interese.
Los de Poesía me los meriendo en un día, pero los de narrativa me llevan dos o tres. Excepto en verano: Un día, también.
Inicio el día con mis clases de árabe de 9 a 10.30 horas.
También hay días -lunes y jueves- que voy a impartir clases de español a inmigrantes de Ecos do Sur.
Mi colaboración en prensa de la ONG está paralizada y tampoco colaboro en diarios últimamente. Por lo cual me dedico a estudiar árabe y a escribir en mi blog y en dos web literarias.
Tampoco tengo algún libro en perspectiva.
Me divorcio definitivamente en dos meses, pues ya están todos los trámites cumplidos.
Y aunque estoy emocionalmente muy bien, quiero permanecer activo.
En fin, que Julia se irá y yo me quedaré sólo con todos los bollos que siempre le compro para el desayuno y que acabo devorando yo cuando se va.
Estoy cansado: Me dormiré pronto.

                                                 Kiko Cabanillas.

10 de octubre de 2017

Árabe con Celeste.

Definitivamente no me deja coger apuntes.
Le expliqué que tengo una minusvalía y con ella déficit en la memoria reciente, y que por lo tanto necesito coger apuntes para estudiar.
Pero nada.
“Rafael -el alumno más mayor- también tiene dificultades”, “No te preocupes que repasaremos mucho”, dijo.
Me volvió a pedir que no cogiese apuntes.
“Si, dices que sí, pero luego ni caso”, añadió.
Así es que definitivamente dejaré de coger apuntes y de estudiar.
Asimismo, me instó Celeste a que solicite una “adaptación curricular” aportando mi certificado de minusvalía. Tendré unos exámenes especiales, en los que se repiten más despacio las preguntas.
Realmente “estoy encantado con las clases de árabe”, le dije a Celeste. “Y yo contigo”, destacó mi profesora, quien añadió que me solicitaría ella la adaptación curricular.
Realmente estoy aprendiendo mucho vocabulario. Pero ahora, sin coger apuntes...
Lo que me cuesta más trabajo es escribir, pero como yo quiero el idioma para hablar con mis alumnos de español de Ecos do Sur y para viajara países árabes, con hablarlo con fluidez tengo más que de sobra.
Soy consciente de que tengo muchas probabilidades de suspender, pero no me importa mucho. Repetiré curso si fuera necesario.
Incluso tengo en mente estudiar otros idiomas. Así es que podría hacer primero de alemán y de francés...El inglés, el gallego y el portugués ya los domino.
Sólo me queda mejorar en mi movilidad para retornar a mis viajes.

Pero ya tengo convencido a mi hermano Javier de viajar a Marruecos, con lo cual éste podría ser el inicio.
                                      Kiko Cabanillas.

8 de octubre de 2017

Estudio árabe.

No tengo tiempo. Es una frase típica y tópica en el occidente capitalista.
Pero yo no tengo trabajo remunerado. Os recuerdo que vivo de una pensión por discapacidad (TCE tras accidente automovilístico). Y aún así estoy inmerso en infinidad de actividades.
Mi último vicio: Clases de árabe en la Escuela Oficial de Idiomas.
Celeste, la profesora, ha viajado por 70 países del mundo. La mayoría árabes.
En la Biblioteca Municipal del barrio asisto a un taller literario, donde llevo cada día un libro de Poesía, lo comento y lo presto.
Aunque a menor ritmo sigo colaborando con la ONG Ecos do Sur: Clases de español a inmigrantes y redacción del blog y la web. Aunque muy disgustado porque cada vez me publican menos y más espaciado.
Además acudo dos días a la semana al gimnasio de la Casa del Agua, lo cual me sienta de maravilla (rehabilitación).
Vivo sólo leo muchísimo (en verano llegué a un libro diario) y cocino casi todos los días.
Echo mucho de menos a mi hijo Santi pero llevo con bastante entereza mi divorcio.

He retomado relaciones con mi padre y mis hermanos.
                     Kiko Cabanillas.