23 de diciembre de 2018

Cajondios y en la puta Navidad.

Llega con todo su esplendor...
El obeso Papá Noel: Comedor compulsivo, la zorra de la Virgen María, el vicioso San José: Quien se sodomiza al burro en el pesebre...
Orgasmo capitalista: Compras: Compras: Compras.
Y vienen los recuerdos de la gente que no está.

Y mi Paca allá en el cielo: Insiste en ir a visitar a su hijo Kiko en el infierno.
"Verás Mari Paqui mis amigos están aquí. Y yo con ellos".
Y el pavo trufado de mi tía Susana.

Y a mi no me vengan con poesía: Ni virgen ni ostias. Si tuvo a Jesusito es que folló antes. Y si follo ya no es virgen.
Y hay quien dice que tuvo orgasmos múltiples.
Se corrió como una loca.

Y entonces todo iba bien en mi casa. Mis padres se separarían mas tarde.
Y mi primo Enrique nos venía a visitar con su traje de marinero -elaborado en la tienda de toldos.
Y mi tío Adolfo enviaba desde Melilla artilugios electrónicos, que aún no habían llegado a la península.

Y la Paca oía a Serrat. Al tiempo que preparaba el pesebre.
¡Santo dios, que duende tenía la Paca!.

Y mi hermano Javier me dice: Traete un porro Kiko.
¡Hecho!.
                Leopoldo. 

21 de diciembre de 2018

Preparativos Marruecos.

Como siempre la maleta cargada de libros. Luego seguro que me faltan calzoncillos.
Vuelvo a países en desarrollo.
Una minusvalía del 67 por ciento no me impide acometer la empresa.
Voy con Tayeb: Mi profesor de árabe y con Eva, su pareja.

Vamos a Casablanca, Rabat, Marraquech, y cruzaremos el Atlas hasta Uarzazate.

Como siempre: India, Nepal, Marruecos, Turquía y Méjico. Por fin.

Un buen botiquin y libros de poesía.

Como no, me acompañará Leopoldo María Panero.

Pero en esta ocasión es un viaje de pijos: Buenos hoteles y restaurante.

Es una prueba para futuros viajes con Tayeb.

Me encuentro intelectualmente recuperado de mi TCE y físicamente con pocas limitaciones.

De nuevo veré el desierto del Sáhara: Infinita belleza: Mar de arena.

Y el caso es que tras pasar esta prueba de fuego iniciaré muchos más viajes.

Mi intención es escribir libros de viajes y aventuras.

Y sobre todo recuperar mi espíritu.

Ser de nuevo catapultado al mundo de la Poesía y del Flamenco.

Seré un verso suelto, aunque sin las incomodidades de mis habituales incomodidades de mochilero.

Buenos precios: Oporto-Casablana: 200 euros. Y coche alquilado en Casablanca..

No hay riesgo y por lo tanto hay menos poesía: Pero acaso no hay poesía en viajar ncon una minusvalía del 67 por ciento.

Volveré y os haré felices.
                                     Kiko Cabanillas.

28 de noviembre de 2018

El Magreb me llama.

Ya hemos comprado los billetes de avión a Casablanbca. Viajamos mi profe de árabe: Tayeb, su pareja: Eva, y yo.
Tenemos pensado ir a Marrakech, a Rabat y al sur: Uarzazate.
Yo en Uarzazate es donde me di una carrera en pelotas por el desierto.
Fueron muy baratos: 200 euros ida y vuelta.
Me muero de ganas de volver a viajar.
Llevo seis meses entrenando en el gimnasio de la Casa del Agua, por lo cual mis problemas de movilidad han disminuido claramente.
Además con Tayeb voy muy protegido y seguro.
Eva es encantadora.
No aguantaba más sin viajar.

He vuelto a fumar hachís y tabaco.
No llego a la media cajetilla diaria de Camel.
Y hachís fumo sólo los fines de semana. Y si viene Julia el fin de semana lo traslado a miércoles y jueves.
Aún así le he dicho a Julia que fumo hachís de ve en cuando. ¿Cómo lo ves?.
No veo que sea un delito fumar hachís. Y es por ello por lo que se lo he dicho a Julia. Además tengo amistad con varios camellos de hachís marroquíes. A uno de ellos le doy clases de español en un bar los sábados, entre canuto y canuto
Estaremos tan sólo diez días.

Estoy en jornada intensiva de trabajo: Comienzo a las seis y media dándole clases de español a Karim (niño árabe) antes de ir al cole. Continuo con Salma (también marroqui). Y a las 11.00 horas voy a mis clases de Ecos do Sur.
Por la tarde escribo y voy a talleres de Literatura y Filosofía en la Biblioteca Municipal de Los Rosales.
Leo casi un libro diario.

Espero que vuestra trágica temporada existencial sea del mejor modo posible.
Muchos besos a los tres.

Leopoldo.

21 de octubre de 2018

Hacia el norte.

Me había enamorado de Salma. Y había ido con ella a Marruecos a ver a su familia.
Asimismo, recorreríamos el país hasta el sur.
Finalmente visitamos Marrakech, con el mercado más bonito que he visto en mi vida.

Fue de un día para otro el que me enamorase de Salma.

De repente era mi princesa. Yo seguí dándole clases de español  por Skype, pero un buen día no pude evitar decirle que la quería.

El sentimiento era correspondido.

Mi dilema consistía en que un profesor nunca debe enamorarse de una alumna.

Pero había sido inevitable: Su sonrisa me cautivó.

Yo ya sabía que estaba enferma del corazón: Tenía una válvula, pero estimaba que estaba todo controlado.

Y sucedió de repente: Estábamos al sur de Marruecos y no se despertó.

Sólo de nuevo.

Fui a su casa marroqui e informé a su familia de su fallecimiento.

De nuevo estaba sólo y quise viajar como antaño, en autobús. Llegaría a Tarifa y cruzaría el estrecho.

Y cuando alguien me preguntaba a dónde iba yo, con grandes dificultades para hablar le decía: "Hacia el norte".

Y fue en el norte donde conocí a Salma, yamila, vasuxa, (bonita, cariñosa) y dónde me enamoré de ella, de su sonrisa, de su timidez. De su forma de dejar quererse.

Leopoldo..

21 de septiembre de 2018

A Madrid a ver a Santi.

Hoy viernes, dentro de un par de horas, me voy a Madrid en tren.
En cometido el exceso de hospedarme en el hotel Lagasca, del grupo NH, con cuatro estrellas, lo cual me valió una reprimenda de mi ex, que me había buscado un dos estrellas, muy bien de precio.
Pero digo yo: ¿De quien coño es el dinero?
Querida soy un comunista aristocrático. Y en mi familia me han enseñado a valorar el lujo.

Lo cual no quita -neuróticamente- el que yo piense que todos debemos de tener lo mismo.

Pues bien, el objeto de mi viaje es Santi, quien salió victorioso de una compleja operación de espalda con la cual le han reducido la escoliosis.

Lo hecho un mundo de menos y sé que me dará besos con lengua.

Luego está mi víctima: La Keka, a quien no podré ver pues pasa el finde fuera de la capital. Llanto.

Ayer tuve mi taller de Poesía en casa, con Tayeb y Jacobo de alumnos. Estudiamos la obra del gran místico San Juan de la Cruz, y leímos algunas de sus poesías. Fascinante.
Y de paso nos fumamos un porro del hachís de la dominicana. Fantástico.

Además este lunes inicio mis clases de español con la ONG Ecos do Sur. Me muero de ganas.

Este año voy a tener una agenda muy intensa.
A primera hora de la mañana de doy clases a Salma de español "abra" Skype. Luego tengo en casa mi curso intensivo de árabe con Tayeb. Y acto seguido me voy a Ecos, también a clase.

Por la tarde, Club de Lectura, los lunes. Y Taller de Filosofía los miércoles. Y los martes, jueves, sábado y domingo tendré tiempo para escribir. Todos los días iré al gimnasio a la hora de comer. Visita a la biblioteca Los Rosales los sábados por la mañana. Y taller de Poesía los domingos.
                                                      Leopoldo.

13 de septiembre de 2018

A Coruña difusa.

Abandonado el monasterio de Tui fui a pasar unos días a casa de mi hermano Javier en el compostelano O Pino. Excelente comida apoyada por la verdura de su huerto.
Trabajos dirigidos por Avelino en la finca, con los que disfruté sin igual. Pues me recordaba a los que hacía de joven con el Negro en A Barcia.
Además, le haré caso a mi cuñada Ana que dice que yo debo compatibilizar el trabajo intelectual con el físico.
Y cuando se fue mi ex de casa de A Coruña me dirigí a ella. Pues no quería coincidir en casa.
Me costó mucho por no ver a Santi.
Ya en mi hogar retomé mis actividades: Le di clase a Salma por Skype, recibí en enseñanzas de árabe con Tayyeb, acudí todos los días al gimnasio de la Casa del Agua; y a la tarde lectura y escritura así como visitas a la biblioteca. Además de las labores ordinarias como hacer la compra y cocinar.
Todo ello desdibujado por el consumo de alcohol y hachís, si bien se trata de un consumo muy moderado, que en cuanto me impida realizar mis labores cotidianas será abandonado de inmediato.
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 Y os cuento una idea como fuente de inspiración tanto para mi periodismo como para mi literatura: Me voy a infliltrar en el mundo gay de A Coruña.
He localizado pubs de ambiente homosexual, así como páginas web en Internet.

Lo cierto es que a mi siempre me han gustado esos ambientes marginales. Y además voy a escribir un libro a modo de crónica de lo que me vaya pasando en mi incursión.

Lo mas que me puede pasar es que me guste. Y yo estoy abierto a todo. Comienzo en breve.

                                                                  Leopoldo.

14 de agosto de 2018

Monasterio de Poio.

Mañana comienzo mi retiro espiritual en el monasterio de Poio , en el que voy a estar recluido quince días. Bueno en un hostal adyacente.
Me llevo "El Ulisses" de Jame Joyce y poesía de Leopoldo María Panero.
Y muchas ganas de descansar.
Mi alumna de español Salma me echará mucho de menos. Y yo a ella.
Para animarme visioné ayer "Sexo en el monasterio" en Internet, pero mi amigo taxista José me dijo que no me hiciese ilusiones porque nada más alejado de la realidad.
El caso es que tendré tiempo para reflexionar y para leer.
Y procuraré seguir con mi régimen de adelgazamiento, aunque no estoy obsesionado en ello, ya que creo que en monasterio se come de maravilla.
También veré a mis amigos de Pontevedra. Y en especial al Nanas, quien me irá a esperar mañana a la estación de ferrocarril y me llevará al monasterio en coche.
He hecho el esfuerzo de no llevar hachís, ya que dios no casa muy bien con el mismo y a lo mejor tendría problemas.
A la vuelta en septiembre iré a Madrid a ver a Santi y a Keka.
Virgen mía que paciencia tiene la pobre, pero es que estoy perdidamente enamorado (de una mujer casada).
                                      Kiko Cabanillas.

11 de agosto de 2018

Gracias Vicky.

En dos temas importantes para mi, mi querida prima Vicky me hizo reflexionar y cambiar de parecer.
El primero es que me estaba planteando volver a ejercer el periodismo en Ribeira, mi antigua redacción, con la disminución de ingresos que supondría perder la pensión por discapacidad.
En este punto me destacó Vicky que asumiría muchos riesgos desplazándome hasta allí  desde A Coruña y que además podría perder la pensión. Si bien cabía la posibilidad de alojarme e una pensión en Ribeira mientras durase mi colaboración, si bien esto supondría un gasto añadido.
Siempre  podría recurrir al dinero paterno, pero ello me llevaría a perder mi adorada independencia.
El segundo punto que me discutió Vicky fue mi decisión de comprar un coche de segunda mano para mi y para Julia. "Tú sabes la cantidad de taxis que te puedes coger con lo que cuesta un coche", dijo Vicky. Quien me confesó que ella pasa verdadero pavor cada vez que tiene que coger un coche.
Además tengo verdadero pánico a que Julia pueda tener un accidente. Queda pues éste retrasado también.
Así pues en bus y continúo con los inmigrantes. Y con mi amigo taxista José y sus precios de amigo.
Dos decisiones brillantes: En bus, José, y con los inmigrantes.
Kiko Cabanillas.

16 de julio de 2018

El Cus Cus de Salma.


Ayer tuvimos en casa una comida: El "Cus Cus" de Salma, alumna marroquíe a la que doy clase de español en casa todos los días y que es dulce y maternal.
Acabé el “Hachís” con lo cual hoy le iré a pillar un huevo a mi camello dominicana.
Si bien todavía lo cargo con ciertas reticencias pues no sé como afectará el chocolatre a mi mermada movilidad debido a la minusvalía.
En todo caso pillaré después de mi clase de árabe de Tayib y de español con Salma. Y del gimnasio. Y procuraré no cargarlos demasiado, sobre todo si fumo por la mañana.

Establecido el contacto con Jacobo hoy iré a pillar sólo.
El último medio huevo me duró veinte días. Y eso que al principio fumaba todos los días, ya que estaba escribiendo.
Ahora pillaré el doble. Pero no tengo prisa.

El costo de la dominicana es fantástico.
No diré en que bar se produce el subministro para no dar pistas sobre mi camello.

Temor le tengo a las drogas pues me gustan todas, sobre todo las espirituales: Heroína. Hachís, mariguana.
Y mi necesidad de espíritu me lleva a ellas siempre y cuando no puedo conseguir el espíritu por vías naturales.
En la cena estuvo mi amigo Tayib, quien en un momento dado me dijo: A mi me pasa como a tí, no temo a la muerte.
Y es que cada vez tengo más claro que voy a viajar y ejercer el periodismo internacional con Tayib.
El primer paso será recibir al corresponsal del Líbano de la Vanguardia, para ayudarle en la presentación de su último libro. Después viajaremos al Líbano y de ahí a la Franja de Gaza.
                                   Kiko Cabanillas.

14 de julio de 2018

La muerte con Santi y Keka.

Quedó enterrado en Alcalá de Henares por expreso de su madre.
Ya nos habían dicho que moriría joven.
Cariñosas y protocolarias fueron mis ex-cuñadas.

Y yo...

Con el alma partida, aún no había tenido tiempo ni para llorar.

No. No lloraría porque a él no le hubiese gustado.
Tan sólo me fijé mucho en el lugar del sepulcro, pues sabía que volvería sólo.

Acabado el día me retiré a dormir a mi hotel NH.
No pude dormir.
Y a las cinco feliz como una perdiz cogí dos cuchillas de afeitar y me dirigí al cementerio.
“Déjeme aquí, gracias”.
Trepé la valla no sin cierta dificultad.

Y allí desbordando alegría me remangué los brazos y antes de seccionarme las venas escribí: “¿Dónde vas sin permiso?. ¡Espérame!”

El orgasmo en francés es la “pequeña muerte”.
Y así es. Llega la paz y la serenidad. Es el “carpe diem” más absoluto.

No sé como fue pero acabamos en la cama de mi NH la Keka y yo.
Pasión y entrega.
Eramos dos mujeres amándose.

Recorrí todos sus rincones.
Besé todo lo besable.

Sus orgasmos fueron míos.

Era tierna y amorosa. Casi tanto como había soñado.

A eso de las cinco nos quedamos dormidos, yo con la cabeza apoyada en su culo.

Tenía que trabajar a las nueve. Levantada pues, para ducharse.
Yo había entrado antes al baño y había dejado mi alma en el espejo con su barra de labios. También había desmontado la cuchilla de afeitar hasta extraer la hoja.

Y cuando Keka observó el dibujo que yo había hecho con su lápiz de labios en el espejo lo comprendió todo: Era un corazón que decía “Para que esto dure siempre”.

Puso haber llamado a un médico pero no lo hizo. Sabía que a mi no me gustaría.
                                         Kiko Cabanillas.


6 de julio de 2018

Salma.

Y llegó el mes de Julio.
Yo me quedo en A Coruña escribiendo Poesía, fumando hachís.
Y pensando en la Keka.

Y como se han acabado las clases de español a inmigrantes de Ecos do Sur. Y como yo no puedo olvidarme de mis alumnos durante el verano...

Mi profesor de árabe Tayib me ha conseguido una alumna nueva: llamada Salma. Árabe.

Es cariñosísima y tiene unos bellísimos ojos negros.

Me he enamorado de ella. Pero esto no es significativo porque yo me enamoro de todas mis alumnas.

De sus ganas de aprender.
De su idioma.
De sus ojos.

La última novedad con Salma es que le leo y le explico -con mi pobre árabe y con signos- recetas de cocina de Arguiñano. Hoy iba a hacer un arroz caldoso.

Y definitivamente se fastidió el viaje a Valencia que iba a hacer con mi amigo Jacobo. No falló un cura salesiano. Otro más.
Pues sí yo con el clero nunca he tenido buenas relaciones.

Ah, y estoy dejando el Zyprexa con la ayuda del médico naturista. Y duermo igual: Poquísimo.

Pero yo lo que quiero es que cuando me despierte vea el culo de la Keka, a mi verita vera.

Y bueno preparémonos que va a venir Salma.

Y el lunes vuelve Tayib de su viaje de vacaciones con su pareja.

Retomaremos las clases de árabe.

Que daremos de ocho a nueve, justo antes de Salma.

Luego voy al gimnasio. Y ya he escrito antes: De seis a ocho.
                             Kiko Cabanillas.

4 de julio de 2018

Medio huevo de hachís.

Y llegó el día del consumo estupefaciente.
Fuimos Jacobo y yo a pillar.
En un bar cerca de la Renfe.
Pedimos medio huevo de costo y nos lo pasó la dueña de tapadillo.
Era una dominicana afable y con una belleza a la que han traicionado los años.

Jacobo me confesó que ya estaba medio fumado,
pues había consumido en casa,
mientras hacía la limpieza.

Me entraron unas ganas locas de fumar haciendo la limpieza.

Quedamos en mi dúplex para el fumeteo.
María nos había hecho una tortilla y preparado un queso con anchoas.

Yo había ido al gimnasio para tener los pulmones abiertos,
y así especialmente receptivos al costo.

Sólo llegar nos fumamos un “mai”.
Yo, increíblemente, me acordaba de liar,
aunque eran mucho mejores los porros de Jacobo.

Fumamos en el tresillo del salón.
El chocolate era fantástico
Subía de inmediato

El espíritu adormecido.
Yo pensaba escribir cuando se fueran mis invitados,
pero no fui capaz.

Jacobo y Estrella viven en Pocomaco.
Después de los tres porros que fumamos,
yo quería que se fueran en taxi.

Me ofrecí a invitarlos y que los llevara José.
Pero no quisieron y se fueron en autobús.

Eché de menos algo de dulce.
Ya no recordaba el apetito que abre el hachís.

Miedo pasé al recordarme Jacobo que
le había dado un ictus recientemente.

¿No te dijeron nada
del fumeteo de hachís?”, pregunté.

Sí, pero … ¿que me iban a decir?”.

Pues que no fume, claro”.

Que no es sano y que en mi condición no me conviene...”.
Ni puto caso. Yo soy un escritor toxicómano”.

El subidón fue muy placentero.
Me relajó y me trabo la lengua.
Con el chocolate falla la memoria reciente. Y los discursos se hacen realmente surrealistas.

Estuvimos hablando con nuestra camello camarera
de Valencia, del “Aquarius.

Viaje frustrado tanto para Jacobo como para mi,
que ya teníamos la mochila hecha.

Nos falló un cura de los Salesianos,
que no consiguió los permisos,

Nos dijo que igual en quince días
tendría la cosa solución.

Pero ya ante tanto mareo decidimos no ir. Con la iglesia hemos topado.

Era una ocasión para compartir con Jacobo labor humanitaria y porros.

Los dos somos profesores de español para inmigrantes
con la ONG Ecos do Sur. Y los dos quedamos jodidos por lo de Valencia.

No recordaba haber dormido tan bien desde hacía años.

La paz me embargó el alma.

Además el costo no deja resaca. Es prodigioso.

El chocolate sigue tomándose con cerveza,
por lo que ni siquiera hay resaca de alcohol.

Ya estoy calculando el día que voy a hacer limpieza doméstica colocado.

De fondo Camarón de la Isla

José Meneses.

Y Enrique de Melchor.

Aunque también sería fabuloso el programa de jazz que tanto
le gusta a Enrique.

Y hoy para limpiar
iré a la casa del agua.

Lleno de orgullo digo:
Yo no fumo. Sólo porros y puros”.

La gente de ríe.
                              Kiko Cabanillas.























3 de julio de 2018

Mirco y Jacobo.

Sin techo alcoholizado, Mirco entiende mucho de literatura.
Mendiga en el Gadis.
Bebía y dormía en la calle.
Ya de mañana compraba un cartón de vino barato en la calle y se lo bebía.

Ahora, ya recuperado gracias a la solidaridad de Tania, está recorriendo el Camino de Santiago.
Lo que tienes es que echarte novia”, le decía yo.
Pero quien me va a querer sin dientes”, contestaba.

Y es que una de las cosas que a Mirco le robó el alcohol...

No le queda ni uno.
Ahora, en septiembre, se los va a poner la Seguridad Social.

Fue un ejecutivo agresivo. Trabajaba como un loco,
y le dieron dos infartos.
Me vi enfermo y tumbado en un banco sin nada que hacer”, me contaba.

Y claro comencé a beber.

Ingresos en hospitales que no cesan

Días de vino y rosas.
Sabía que el alcohol le mataría pero...
Es lo mejor que podía hacer.

La gente es muy amable -decía Mirco-,
hay señoras que incluso me compran comida.
Tres plátanos comió conmigo el último día que estuvimos juntos.

Y ese día cargaba una mochila llena,
pues se estaba entrenando,
para el Camino de Santiago.

Trabajaré si puedo”, decía.

Mirco lleva ya quince días sin beber,
y está de buen ánimo.
En Padre Rubinos le facilitan ropa, comida y cama.

No sabes el tiempo que llevaba sin darme una ducha”, apuntaba.

Y este personaje de “Las Flores del Mal”, de Baudeleire,
se despide.
Llámame en cuanto vuelvas”, le ordené.

Y me dijo que lo haría,
al tiempo que me daba
un cariñosísimo abrazo.

Y no bebas Mirco, por favor”. “Tranquilo -contestó”.
Y Jacobo es mi amigo.
Es también profesor de español para inmigrantes.
Con la ONG Ecos do Sur,
por intermediación mía.

No lo contaría por modestia, pero es que me encuentro especialmente orgulloso de ello.

Es un magnífico profesor y escribe como dios.

Fue por medio de la Unión de Escritores como yo contacté con él.

Y Jacobo fuma hachís.
En noches de copas con él, yo recuperé el vicio-sano-de-espíritu.

Aún ayer le dije: “Jacobo estoy escribiendo mucho. Consígueme buen chocolate para relajarme”.
Eso está hecho”, dijo.

Ahora ya no son placas y talegos como en mis tiempos.

Jacobo me conseguirá medio globo, unos veinticinco euros.

Y yo recordaré...

Los días de fumeteo en Pontevedra.
El hachís del Toño.
Los porros de la Cruz con la gente del Instituto Sánchez Cantón.

Y que hambre abrían los porros.
Siempre acabamos en el bar “Stop” devorándonos bocatas de calamares.

Luego me fui al internado de Loeches,
y allí con Maite Peralta volví a las andadas.
Pero...
Era por aquel entonces muy deportista
y una lucha de titanes
se apoderó de mis espíritu.

No entraré en detalles
tan sólo
decir que ganaron las fuerzas del mal.

Se iniciaría una etapa de descontrol y perdición.
De la que salí como puede verse.

Y en la que aprendí
los versos de la perdición.

Doctor Kornes tus bigotes me ponen”.

Y que buenos estaban los chicharrones del día
del pico de Roynol.
Lunes creo recordar.

                      Kiko Cabanillas.
















29 de junio de 2018

Presentación y Ontañón.

Esta semana he presentado en la Biblioteca Municipal Los Rosales mis libros “Raptos místicos” -con Juan Mariñas- y “Cincuenta Inmigrantes”.
Cariñosísimas palabras las de Juan Mariñas quien me presentó diciendo: “Es que Kiko Cabanillas es Kiko. Y punto”. Estuvieron presentes en el acto la casi totalidad de compañeras del club de lectura. Así como mi profesor del taller filosófico Bruno, quien me preguntó por influencias literarias
Tayib, mi amigo y profesor de árabe también estuvo, así como mi querida Anabel.
Y no pude evitar adelantarle la intención que tenemos Tayib y yo de meternos en la Franja de Gaza.

Asimismo, ayer asistí en el Sky Bar del hotel Plaza a una charla de Fernando Ontañón, quien me resultó especialmente interesante cuando dijo que hasta el final ignoraba cual iba a ser el final de sus novelas. Y que luego, como una iluminación éste surgía como caído del cielo. Es exactamente lo que me sucede a mí.

Y es que desde mi presentación estoy claramente sumergido en la vida de escritor: Enganchado a la botella y entre charlas y lecturas. Vuelvo a levantarme a las tres para redactar. Lectura compulsiva. Y como no Poesia.

Y las mujeres...Como no la Keka. Y surgió en la charla de Ontañón una poetisa cuyo nombre no recuerdo, pero cuyos poemas aún resuenan en mi alma después de que los oyera en el Ágora.

El encantador Juan Mariñas se me ha ofrecido a ayudarme a llevar por librerías “Cincuenta Inmigrantes”, que no es de su editorial, Lautana, sino de Cronos.
                                             Kiko Cabanillas.

26 de junio de 2018

Salma me salva la vida.

Como ya os había anunciado se nos fastidio el plan de ir a Valencia a atender a los inmigrantes del “Aquarius”. El caso es que me veía en casa -en A Coruña- todo el verano sin nada que hacer.
Pero gracias a la mediación de Tayib, mi profesos de árabe, amigo y colaborador en prensa, conseguí darle clases de español a la marroquí Salma.

Tiene un nivel de Iniciación y unos hermosos ojos negros.
La primera clase fue un éxito ya que se quedó encantada.
Y así será durante los meses de Julio y Agosto.

Las clases se las doy en casa, ya que las clases de Ecos do Sur han finalizado y durante el periodo vacacional quedarán suspendidas.

Para rematar la cuestión Tayib me ha preguntado si también le puedo dar clases a una inmigrante tunecina. “Sí, encantado”, fue mi respuesta.

Así pues recibiré clases de árabe todos los días. Y al acabar impartiré clases de español.
Para concluir la mañana iré al gimnasio la Casa del Agua.
Mis tardes estarán dedicadas a leer y escribir.
Tengo en perspectiva redacta un libro de poesía.
                       Kiko Cabanillas.

23 de junio de 2018

-El descanso del guerrero.

Acabo de terminar de redactar”Santi lucha Santi” y por fin he puesto fin a mi psicótico horario de escribir: Me acuesto a las nueve y media y me levanto a las tres de la mañana. Hora esta idónea para escribir después de ingerir un café cargado.
Llevando este horario escribo muy concentrado y creativo, pero el resto del día estoy atontado.
Innumerables son mis despistes, anárquicas son mis comidas y abundante el café y el alcohol. Sólo leo poesía.

Y cuando acabo de redactar, como ahora, entro en lo que yo llamo “El descanso del guerrero”. Donde retomo mis lecturas compulsivas, duermo más. Y me dejo acompañar también por el alcohol -whisky y aguardiente, alguna cerveza. Así como el vermú con ginebra de Modesto.
Para más inri tengo dentro de tres días la presentación de “Raptos místicos” y “50 inmigrantes” en la Biblioteca Municipal Los Rosales”. Me ha hecho prometerle una bibliotecaria que no la piropearía durante el acto. Y yo le he prometido que lo intentaría.
Pero...¡Son tan hermosos sus ojos!. Y...¡Me gustan tan poco las presentaciones!.

                          Kiko Cabanillas.

21 de junio de 2018

El “Natilus” se volatiliza.

Nos ha fallado el contacto: Germán Padín -cura salesiano-.
Cuando ya estábamos casi haciendo la maleta para atender a los 629 inmigrantes del “Nautilus” Germán nos dijo que aún no había conseguido los permisos y que se retrasaba el tema quince días.

Nos recordó que la Cruz Roja tenía la exclusiva de la ayuda humanitaria. Asimismo, nos señaló que podíamos ir pidiendo antecedentes penales pues era necesario estar libre de ellos para desarrollar el requerido voluntariado.

El caso es que Jacobo, por un problema que tiene fácil explicación, y en el que no voy a entrar, tiene antecedentes penales, con lo cual no podía ir. Y yo sólo no voy, pues tengo una minusvalía del 67% que me exige compañía y ayuda.

¡Blufffff!, la aventurase frustró.

El caso es que yo no estaba seguro de esta excursión, pues lo veía todo demasiado inestable.
Y el destino decidió por mi.
Al respecto me dijo mi prima Vicky: “Lo que viene, conviene”, según un dicho de su profesorade yoga.

El caso es que me voy a quedar tan agusto recibiendo clases de árabe a domicilio con Tayeb. E impartiendo clases de alfabetización de español a una inmigrante árabe. Así como escribiendo un libro de poesía, que es lo que me sale del alma en este momento, pero que tiene difícil publicación.
Kiko Cabanillas

Cuando por fin cagaba bien...

Una de las maldiciones de la amebiasis hística que me pillé en la India...Diarreas sanguinolientas con el colón ulterior ulcerado.
Pensé que jamás volvería a cagar bien.
Perdí cuarenta kilos y me fui cagando encima casi un año.

Terminó mi juventud y finalizaron mis viajes a países en desarrollo.

¿Pero?.
¿Seré capaz?.

Un viaje al Líbano para trabajar de periodista “free lance” se me plantea como una posibilidad factible.
¿Cuidarme?.
Ya se lo que hay que hacer para reducir las posibilidades de enfermar.
Estoy muy experimentado en los viajes a países en desarrollo.
Y lo que es más: Mi pasión y mi poesía son incombustibles.
Lo sé, tarde o temprano volveré a cagar mal.


Kiko Cabanillas.

16 de junio de 2018

Cuidado Valencia.

Una amiga, Leti, me ha alertado de que la ayuda al “Nautilus” puede no ser lo que parece.
Dice que la ayuda la lleva en exclusiva la Cruz Roja y que es muy probable que nos desplacemos allí y que luego no podemos ayudar (dar clase de español).
Timo no, porque no nos han pedido dinero, pero es muy probable que el mencionado cura de los maristas no sea tal o bien que aún siéndolo no tenga capacidad operativa de actuación.
En fin, se abre un período de investigación para irnos con las suficientes garantías.

15 de junio de 2018

Con los inmigrantes del “Aquarius”.

El tres de Julio los Salesianos nos esperan a Jacobo -amigo y compañero profe de español en Ecos do Sur- y a mi en Valencia, donde daremos clase de alfabetización a los niños del barco “Aquarius” en el que viajan 629 inmigrantes y que ha sido rechazado por Italia y Malta y acogido por España.
La iniciativa partió de Jacobo y yo le dije que hablase de mi: Más de veinte años dándole clase a los inmigrantes de español y hablo bien inglés y portugués y algo de árabe. El resultado fue magnifico: “Que se venga contigo”, le dijeron.
Pongo sí la guinda al pastel que llevo construyendo durante más de veinte años. Primero con Cáritas y luego con Ecos do Sur, dándole clases de alfabetización y perfeccionamiento al colectivo inmigrante. Los niños del barco “Aquarius” doy por supuesto que necesitarán clases de alfabetización. Me nutriré de libros y fichas en Ecos do Sur.
Feliz además porque me da tiempo a la presentación de mis dos últimos libros “Raptos místicos” y “Cincuenta inmigrantes”, que es el día 26.
Pocas personas hay con mi experiencia docente dedicada en exclusiva al colectivo inmigrante. Y pocas personas hay tan felices por poder ayudar a gente tan querida y necesitada.
                                       Kiko Cabanillas.

9 de junio de 2018

Yo quise ser Sida.

“Ciento veinte pulsaciones por minuto” es el título de la película que acabo de ver en el Fórum coruñés y que aborda con inmensa sensibilidad e inteligencia el drama del Sida.
En el eje central del filme están un grupo de activistas que luchan contra el rechazo político y social de la enfermedad así como contra las farmacéuticas cargadas de prejuicios a la hora de luchar contra este mal.
El papel protagonista es para un homosexual con el Sida avanzado ya con el Sarcoma de Kaposi, siempre acompañado por su pareja masculina. Deterioro y muerte.
Un colectivo cargado de poesía que parecen ser un alegato contra la vulgaridad imperante. Poco toca el mundo de los Sida heroínomanos, pero estos son también un verso suelto.
Marginalidad iconoclastia y rupturismo que me abrazaron hasta tal punto que quise por un momento ser un enfermo de Sida.
                         Kiko Cabanillas.

Viajes por países en desarrollo desde el colegio mayor.

Allí viví yo durante los años de carrera en la capital española.
Fue ante todo mi nidito de amor con tu madre.
Allí nos quisimos sin límite.
Estaba prohibido, así es que se enfadaron conmigo y me echaron.
Yo además tampoco era un colegial ejemplar: Hacía sólo lo que me daba la gana aunque lo hacía muy bien.
Jugué al rugby en el equipo del colegio. Y era muy bueno. Trabajé en el laboratorio de fotografía.
Iba mucho al cineclub. Tenía un programa fantástico en la emisora de radio.

Pero sobretodo fue mi campamento base para realizar todo tipo de viajes.
India, Nepal, Marruecos, Turquía...

Allí me documentaba y organizaba.

Pronto me pagaba los viajes con dinero propio. Con lo que sacaba en colaboraciones en prensa.

Pero mayoritariamente extraía la financiación del pater familia.

Hay gente que lo invierte en droga, me decía.

Quería mucho a otros colegiales: Gildo, Tomás, Chemi, el Moro, Antonio O Campo...

Fueron mi familia, además en un momento en que mi auténtica familia se descojonaba: Mis padres se separarían.

Yo lo que despreciaba sin límites era ese orgullo excluyente de ser del San Pablo, como aquél que pertenece a los mejores y los más ricos.

Yo siempre adoré la educación pública.

Como sabéis estudié en el CEU la carrera de Periodismo. Entre pijos insoportables.

Pero yo era un niño rico y allí debía estar.

Mi condición social siempre me ha perseguido como una maldición.

Con el tiempo me enteré con gran satisfacción de que los primeros comunistas en Rusia fueron de muy buenas familias.

Y yo lo era.
Esto es comunista y de buena familia.
Pero bueno es que los pobres no son “buena” familia.

Sólo hay algo que me disculpa: No podría haber accedido a la cultura que poseo de tener que haber estado preocupado por qué comer.

En mi cuarto del colegio mayor vivía también Acrata, mi periquito, que se escandalizaba ante los encuentros amorosos de tu madre y míos.

Y tenía una tetera turca, en la que hacía tés sin descanso e invitaba a mis amigos.

Desde el San Pablo y con otros colegiales, como Gildo y Chemi, organicé mi viaje a la India, país que recorrimos entero en tren. Viaje que marcaría mi vida como ningún otro. En Calcuta trabajamos de voluntarios de la Madre Teresa de Calcuta.

Y desde entonces la poesía vive conmigo.

Su olor, su sabor, sus gentes, sus paisajes. Es “El olor de la India”, de Pier Paolo Pasolini”.

Pronto comprendí que en los paises en desarrollo vive el espíritu.

Verás Santi en países como el nuestro sólo vale el dinero. Es lo único que se respeta.

Es el alma de occidente.

En los países en desarrollo no lo tienen y sin embargo tienen mucho más alma que el más rico de nosotros.

Así es que yo me dediqué desde entonces en la búsqueda del alma, en países en desarrollo.

Pero volvemos al San Pablo: ¿Por qué me echaron?.

Verás Santi yo era un colegial incómodo como siempre lo fui para la clase social que me correspondía por nacimiento.

No vestía como los pijos. No pensaba como los pijos.
Amaba la poesía.
Y no sólo en los libros.
Amaba la poesía en la vida misma.

Abrazaba un comportamiento ético y justo.
Para mi los países en desarrollo eran mi hogar.

Tuve mucha relación con los misioneros combonianos.
Cierto es que estuve a punto de ser uno de ellos. Si bien me falló la fe.
Pero que miradas más bellas tenían los combonianos.

Mi vida por esa mirada.

Pude haber acabado en una olla caníbal entre zanahorias y patatas.
Pero antes de morir entre “chup chup” habría conquistado la más bella de las miradas.

Comboniano.

Son tus ojos Poesía.
Tu fe inquebrantable.
Tu Amor eterno
Eres un ejemplo para la humanidad.
Vivís en lo que creéis.
Amáis donde vivís.
Vivís donde amáis.
En otra vida yo quiero ser comboniano.
               Kiko Cabanillas.






















8 de junio de 2018

Colegio Mayor San Pablo.

Fue para mi la casa que no tenía.
Amigos para toda la vida.
Jugué al rugby, trabajé en la radio.

El primer año, cuando eramos novatos, nos hacían bromas que en ni caso nunca fueron pesadas, porque mi tamaño y mi cara de bestia lo impedía.
También teníamos un laboratorio de fotografía donde aprendí a rebelar fotos.
Me convertí en fotógrafo, oficio que desarrollaría en mi profesión.

Las fotos de mis informaciones siempre las haría yo.

En el colegio San Pablo de novato me alojaría en Residencia para luego pasar a segundo impares..

Recordemos a algunos amigos:
-Gildo: estudiaba en ICADE dos carreras a la vez. Era listo como un rayo. Y jugaba al rugby conmigo. Era salmantino y tragón.
-Tomás: Un chico especialmente sensible. Amante del cine.
-Antonio el Moro: Pequeñito y juerguista. Fumaba porros hasta por las orejas.
-Antonio el Lobo: Buena persona. Abogado que con el tiemo me llevaría mi separación.
-Chemi: Mi querido hermano, a quien una cardiopatía pondría fin a su prometedora carrera deportiva.
Y muchos más.

A mi con el tiempo me acabaron echando del colegio porque tenía un director que era un julandrón.
Y porque yo subía a la habitación a mi novia por aquel entonces y mujer después Ana.
Hacíamos guarradas, como pegarnos mocos el uno al otro. Y escandalizábamos a mi periquito ácrata.

Como yo por aquel entonces me dedicaba a la escalada deportiva tenía todo el cuarto lleno de cuerdas, arneses y demás.

Además para adelgazar y así poder subir practicaba flexiones en los marcos de las puertas y comía verduras que me preparaba en el camping gas de mi cuarto.


Yo acabé viviendo en un piso del barrio ya que como dije me echaron del colegio mayor.

Que manía. Ya me habían echado del Sagrado Corazón de Pontevedra, por rajarle las ruedas del coche al Chano, profesor de inglés.

Y ahora...

La comida del San Pablo era malísima y teníamos en el cuarto jamones, cecina y lomo.

Yo desde el San Pablo preparé mis primeros viajes a países en desarrollo.

Le dijimos a los padres de Ana que nos íbamos a Aranjuez y nos atravesamos el Atlas marroqui.


Estuvimos en las ciudades imperiales y acabamos nuestro romance en Uarzazate, en pleno desierto del Sáhara.
Pero el mejor viaje que he hecho en mi vida fue con Gildo, Chemi, los enanos y David.
Recorrimos la India en tren. Y acabamos en Nepal, donde hicimos un trecking por el Himalaya.
En Calcuta fuimos voluntarios de la madre Teresa de Calcuta.

Yo enfermé en la India de amebiasis hística. Y estuve un año cagando pus y sangre.

Además viajaría por Turquía, en solitario; y por México.

Luego estuve por casi todas Europa y por EEUU.

Viajar se convirtió en mi ocupación fundamental.

Y un parón para hablar de David.
De Salamanca e íntimo amigo de Gildo y los enanos.
Vendría conmigo a la India y tuvo el mal gusto de matarse dos años después escalando en los Alpes.

Era una persona muy inquieta culturalmente.
Yo cuando falleció le escribí el libro “David y Kiko en la India”.

Moncho, el director que me echó del San Pablo, tuvo problemas años después por comprarse un mercedes con cargo a los presupuestos del colegio mayor. Creo que lo echaron.

Era un trepa. Y eso que era cura.

Siempre recordaré cuando trajo de invitado al colegio a Mario Conde, quien como sabéis acabaría años después en la cárcel.

Las fiestas del San Pablo eran un descontrol. Y no hacían más que subir chicas a las habitaciones.

En cuanto a juergas nocturnas salíamos por Malasaña.

Había muchos baretos y pubs muy interesantes.

Conocimos Madrid a fondo.

Aunque yo siempre fui un niño bien con coche, en Madrid nos movíamos sobre todo en metro.

Y yo siempre mantuve una fantástica relación con mi primo Enrique, su mujer Vicky y su hija Amaya, quien con el tiempo se ha convertido en juez.

Mientras estuve en el San Pablo estudié periodismo en el CEU, universidad de niños bien, donde conocí a tu madre Ana.

Me enamoré perdidamente de sus ojos azules.

Y al verla me dije: Me casaré con ella y tendremos juntos a Santi, que eres tu. Bueno y a Julia, tu hermana.

Yo siempre supe que llenarías mi vida Santiago.
Y ahora me tiene tan tan feliz.

No necesito más que tu alegría para vivir.
                         Kiko Cabanillas.

6 de junio de 2018

Berbidiana.

A las 20,00 voy a la librería Berbidiana a la presentación de un libro de Manuel Rivas.
Me cae muy bien. Es sencillo y muy formado. Además podré ver a mis compasñeras del club literario, de la Biblioteca de Los Rosales.
Para cerrar  la semana literaria tengo prevista la presentación de "Raptos místicos" y "Cincuenta inmigrantes en A Coruña".
Y es que así sin quererlo me he convertido en un escritor, pobre como todos o la mayoría.
Esta semana pasada estuve con la Unión de Escritores en Asturias en una charla en la que les resumí mi biografía: Muy literaria.
Conservo la facilidad de hablar. Y para mi escribir se has convertido en una necesidad.
No hay día que no escriba, o bien en el libro que tenga entre manos o en el blog literario, o simples mails.
Mi espíritu de escritor ha sido forjado en mis viajes por los países en desarrollo: India, Nepal,Marruecos, Turquía y México y por los innumerables libros que he leído -en las biblioteca, uno diario-. Así como por el alma peregrina de Leopoldo María Panero, que se ha ido a un lugar en el que seguro que le tratan mejor que nosotros.
Y quiero volver a la poesía, que es mi patria.
Sensaciones, suspiros, amores frustrados y logrados...

Bien, seguiremos...

                  Kiko Cabanillas.

Tayib.

Mi profesor de árabe tunecino, amigo y colaborador en prensa se llama Tayib.
Recuerdo que cuando al poco de conocerle barajábamos la posibilidad de meternos en la Franja de Gaza...Yo le dije: “Tayib no sé yo. Tengo una minusvalía del 67%. De verdad crees que deberíamos hacerlo. “Claro Kiko. Yo te ayudo”, dijo.

“Qué bonito”, dije yo. Y cuando Tayib se retiraba vi que tenía una considerable cojera.
Y...”Pero Tayib si eres cojo”. Dónde vamos los dos: Un discapacitado y un cojo. Entre balas.

También tiene almorranas.

En fin: La pandilla basura.

Pero lo cierto es que ya hemos trabajado juntos en “Cincuenta inmigrantes en A Coruña”. Y mi querido Tayib me ha conseguido numerosas entrevistas y me ha servido de traductor.
Tiene empatía y enamora a sus interlocutores.

Y yo, a base de Ribera del Duero en casa, comidas en “Mamá África” y clases de árabe lo considero ya un buen amigo.

Y es que Tayib es musulmán y no puede beber alcohol, pero su buen gusto le lleva a disfrutar sin igual de un buen vino y embutido -tampoco puede-. Aún así se muestra muy respetuoso con la gente que guarda estos preceptos.
                                      Kiko Cabanillas.

2 de junio de 2018

Entre escritores.

Acabo de regresar de varios pueblos de Oviedo con Ana Julia y Rosi, de la Unión de Escritores de varios encuentros. Mi alma ha volado.
Y he comulgado en familia.
Amor al Arte: Iglesias, anocheceres, amaneceres, pueblos...

Comunicación con la gente local. El sabor de los pueblos.

Leemos y escribimos compulsivamente.

Sentido del humor que supera todas las limitaciones como la cutrería del hostal Albino en el que nos hospedábamos. Sin agua caliente y con sábanas que no cubrían toda la extensión de la cama.

Algo de alcohol que no falte.

Sensibilidad social que nos aúna en actitudes similares ante problemas comunes.

Literatura: Ese espíritu para tan pocos.

Inestables emocionalmente, influenciables por la emotividad ajena. Empáticos.
Vivimos en otro mundo. Por cierto mucho más interesante que el de el común de los mortales.

Puertas abiertas para nuestros colegas escritores.
Abandono de la soledad autoimpuesta.
Autoexcluídos.

La Poesía está en nuestras vidas. En cada aspecto, en cada detalle.

Somos bichos raros para el común de los mortales.

Nos amamos entre nosotros. Tenemos preocupaciones similares. Inquietudes. Penas. Amores.

Y EN RESUMIDAS CUENTAS FUE TAN HERMOSO ESTAR CON ANA JULIA Y ROSI.

26 de mayo de 2018

¡No hubo güevos!.

Recibí un mensaje en wasap de una compañera solidaria, Ruby, con la cual coincidí en varios encuentros. En el me pedía ayuda porque va a acoger a un mendigo polaco, Mirco, alcohólico en su casa. Y quería alguien que pasase con él las noches.

Le dije que yo iría a su casa encantado. Pero finalmente decidieron llevarlo a Padre Rubinos a dormir. Desayuno, ducha y cena.

El caso es que quise conocerlo y fuí con Ruby al Gadis en el que pide.
Ruby se marchó y me dejó a mi con él.
A pesar de ser lector de Paulo Coello sabía de lo que hablaba en cuanto a literatura se refiere. Me dijo que le gustaba Alen Gilsber, de la Beat Generation.

Estuvimos hablando de literatura y poesía como una hora.
Y luego me habló de su alcoholismo.
Me dijo que tiempo atrás se pasaba el día tumbado en un banco. Y cuando se despertaba iba al super a comprar vino barato. Hasta que finalmente un alma compasiva lo llevo al hospital.
Ruby también lo llevo al médico la semana pasada por sufrir comvulsiones consecuencia de beber y no comer.

El, con el trapo de pedir a su vera y siempre dándole las gracias a los que dejaban limosna.
Me dijo que haber quien era capaz de llevar la vida que lleva él y no beber.

Yo que permanecí sentado en el suelo con él, al levantarme no podía andar como consecuencia de la postura y de mi minusvalía.
Le conté mi accidente y mi discapacidad. Y él se mostró afectuoso. Finalmente me recomendó la película “El guerrero pacífico”, que es la historia de superación de un gimnasta que sufre un accidente de moto con graves secuelas, que supera con gran fuerza de voluntad. “Como tú”, dijo Mirco.

Vino Ruby y nos retiramos, el a Padre Rubinos y nosotros a nuestras casas.
Reconozco que estuve a punto de ofrecerle mi casa para dormir, pero finalmente me limité a invitarlos a los dos a comer en casa el próximo fin de semana.




25 de mayo de 2018

Decisión Libano tomada.


Por fín me he decidido: Me iré a Libano con el tunecino Tayib en otoño con Tomás Alcoverro.
Y desde allí trataremos de organizar mi incursión en la franja de Gaza.
Tomás va venir a casa en otoño y podré hablar con el sobre las posiblidades de ir a Gaza.
Asimismo le ayudaré e presentar su último libro “La noria de Beirut”.

Todo está en marcha y en primavera Tayib y yo marcharemos a Beirut

Allí trabajaré en temas culturales y mientras prepararé el verdadero motivo de mi viaje: Un reportaje sobre la población árabe atrapada en la Franja de Gaza.

Mi filiacón con la población musulmana es ya algo serio.
Llevo casi un año estudiando árabe y tengo firme amistad con integrantes del colectivo árabe.

Vuelvo pues al periodismo y lo haré a lo grande.

Nunca lo dejé, pero mi minusvalía limitó mis movimientos considerablemente..

Y ahora ha llegado mi hora.

Estoy documentándome y corriendo y yendo al gimnasio.

Y como no adelgazando. He perdido ya quince kilos, pero aún me quedan otros quince..

Tayib: “Líbano is waitting for us”.

Kiko Cabanillas.


17 de mayo de 2018

¿Me meto en la Franja de Gaza?. Dudas.

Lo cierto es que ya llevo casi un año estudiando árabe y entrenándome en el gimnasio.
Tayyeb y yo buscamos contactos.
El camino ya se ha iniciado, pero aparecen las dudas.
La fundamental es que en zona de conflicto armado te juegas la vida.
Nuestro primer paso sería Beirut, donde estableceríamos la redacción.

Pero las dudas afloran.
La muerte no me da miedo la verdad siempre que sea rápida y sin demasiado sufrimiento.
Pero... y quedar jodido toda tu vida.
Yo me he pasado media vida enfermo o convaleciente: Primero por una amebiasis hística que me pillé en la India y luego por las secuelas de un traumatismo craneoencefálico, en un accidente de tráfico.

Necesito estar sano y saludable. Y ahora lo estoy.
Bueno tengo una minusvalía pero muy leve.
Por la parte del sí estaría volver al periodismo. Si bien es cierto que ya he hecho incursiones en el campo de la literatura y me va estupendamente.

Pero el periodismo es la literatura y la fotografía socialmente comprometida.

A favor del sí también estaría el hecho de que estoy divorciado, y por lo tanto no me espera nadie en casa a la vuelta de la jornada laboral.

Pero quiero estar sano y fuerte para posibles futuras parejas.

Venía hablándolo con mi amigo y taxista José, quien me dijo: “Tienes un año para pensarlo”.

Y así lo haré.


Kiko Cabanillas.

11 de mayo de 2018

Santi salió de la UCI.

Me acaban de comunicar que mi hijo Santi y su maravilloso Síndrome de Down han salido de la UCI, donde permanecían ingresados tras una operación quirúrgica en la que le redujeron su escoliosis (desviación de columna vertebral) con total éxito.
El problema fue que tras la operación sufrió una neumonía y una infección en la cicatriz de la espalda. Y respondió mal a los sedantes administrados.
Tiene insuficiencias respiratorias.

Pero finalmente se ha recuperado porque como me dijo Keka "es un campeón".
Permanecí quince días en vilo, tanto que adelgacé considerablemente,.
Ahora permanecerá diez días en planta y luego...

En cuanto esté en la calle iré a recibirlo. Y lo celebraré con mi ex y con Julia. Pero sobretodo con Keka, quien fue mi paño de lágrimas mientras estuvo en el hospital Niñó Jesús.
Estuve en todo momento informando a mi familia y a Keka por was y todos me animaron a cual a su manera.

Ha sido una gran alegría para todos. Y yo soy félíz.
           Kiko Cabanillas.

6 de mayo de 2018

El recuerdo de la “amebiasis” me retrae. Tayib.

Cuando fui a la India enfermé de “amebiasis hística”: Parásito unicelular que se enquista en el tercio ulterior del colon y que produce diarreas con pus y sangre.
Me estuve cagando encima cosa de un año.
Finalmente me curó el doctor Rogelio López Vélez, de Medicina Tropical del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
Estuve apunto de morir por alcanzar la fase fulminante de contagio.
Pensé que jamas volvería a cagar bien.

Luché con toda mi juventud.
El caso es que anteayer asistí a una charla de un biólogo que acaba de dar la vuelta al mundo
Y le pregunté: “¿tuvisteis problemas con el agua potable?”.
“Sí contestó, muchas diarreas”.
Y yo reflexioné en el momento: “¿Estaría con fuerzas para pasar por lo mismo de nuevo?”.
Cuando me puedo dedicar a escribir desde casa y llevar una vida de lo más saludable.

Pero...¿ y el Periodismo?.
^Podría seguir escribiendo libros como “Cincuenta inmigrantes en A Coruña” y dedicarme a la literatura.

Nuevos amores y literatura.

Tu y yo sabemos en quien pienso Tayib.
Y tengo ya cincuenta y dos años.
¿No ha pasado ya el momento de prescindir de viajes alocados?

Como ves querido Tayib tengo mucha dudas a la corresponsalía de guerra. Pero aún no he dicho que no. Entrenaremos a fondo y si luego no nos marchamos habrá venido muy bien.
Además podrás colaborar conmigo en prensa.
Insisto no es una negativa: Podríamos hacer viajes de una semana y luego cuidarnos en A Coruña mientras preparamos el siguiente.

¡Alá, alá!.

                                 Kiko Cabanillas.

5 de mayo de 2018

Lucha Santi lucha.

Hace unos diez días le operaron en el hospital Niño Jesús de Madrid de una escoliosis (desviación de columna) al bueno de Santi. Síndrome de Down. Mi Hijo.
No tardaron en surgir las complicaciones: Una neumonia por contagio.
Para colmo la herida de la operación se le infectó y le tendrán que volver a pasar por el quirófano (no es seguro), pero para hacerle curas le administraron un sedante, que le agravó su ya habitual problema respiratorio.
Total que Santiño está en la UCI amarrao con vendas para que no se quite cables y con una mascarilla de oxígeno.
A sus pies está siempre Ana, mi ex, que le cuida con Amor y sin límites.
Mis ex-cuñadas también están ayudando mucho a Ana.
Situación crtítica de la que según los médicos saldrá mi hijo.

Para sobrellevar la situación me he comunicado por was con mi familia y con mi amiga Keka, quien dice  que no habrá problemas porque Santi "es un campeón".

¡Lucha Santi lucha!.

                              Kiko Cabanillas.

29 de abril de 2018

Pegas a la corresponsalía de guerra.

Echaría  de menos a los inmigrantes, que son mi familia.
Los fallos de salud debidos a mi accidente -que ya son mínimos- y a mi edad -52-, como la hernia de hiato,  pasarían factura.
Insisto: Mi falta de juventud: Para llevar a cabo la incursión en la Franja de Gaza, en situación extrema.
El tener que abandonar la cultura en la que hallo inmerso gracias sobre todo a la Biblioteca Municipal de Los Rosales: Que facilita unos seis libros semanales y me da información sobre eventos en la ciudad: Vease "Poetas diversos".
Mis amigos como Ines, la del restaurante mejicano Tamarindo.

De todos modos a favor de dar el salto estarían: Mi amigo tunecino Tayib, quien sería un guía sin igual. Y que se ha comprometido a inflltrase conmigo en la Franja de Gaza.
El hecho de poder entrenarme a fondo durante un año.
Y sobre todo EL PERIODISMO, que es mi alma. Y por el que daría todo lo que fuese necesario.
Además, los reportajes serían temporales. Y por tanto entre ellos podría disfrutar de todo aquello que señalé que echaría de menos.

Sería obligatorio tener los contactos necesarios para vender mis informaciones. Trabajaría como "free lance". Con la dificultad de que tendría que cobrar el "B", pues si no perdería mi pensión por discapacidad.
Queda abierta la posibilidad de que me reduzcan la pensión o incluso me la eliminen, pues ello se debería a que ya podría trabajar, lo cual es indudablemente una buena noticia.
Kiko Cabanillas.

PDTA: Ayúdame Kikón a analizar la cuestión, por favor.