1 de septiembre de 2016

-Maldito Mando-

Todo parecía un simple despiste: No encontraba el mando de la televisión. Y iban a dar las noticias de las 20.00 horas.
Miré en la biblioteca, en el cajón del aparador, debajo de los cojines del sillón...
Y nada.
Comencé a ponerme ciertamente nervioso.
Repasé el recorrido hecho con anterioridad. Y nada.

Entonces llamé a mi mujer, que estaba en casa de una amiga con Santi, y le dije: ¿No consigo encontrar el mando. “¿Miraste en el sillon, el cajón y la biblioteca?”. “Sí”, respondí.
“Yo desde aquí no puedo hacer nada”, me destacó.
“Perdona es que estoy de los nervios”, concluí.

Y que haría yo cuando se fuese mi mujer a Madrid y no encontrase el mando.
Ya sé iría a una tienda de televisores: “He perdido el mando, ¿me pueden vender uno?”.
“Cuál es la marca del televisor?”. “Y yo que coño sé”. “Yo sólo sé que me gusta ver los informativos a la hora de comer y a las ocho.
Me iría de la tienda disgustado y con la idea de comprar otra televisión con mando. No, absurdo.

Y así fué como comenzaría todo.
Obsesivamente buscaba el mando una y otra vez.
Y de repente...
Cogí la televisión, abrí la ventana de la cocina y arrojé el aparato.

Después ya relajado me puse a oír las noticias de la radio.

Bueno ciertamente lo que ocurrió es que me acosté y por la mañana mi mujer había encontrado el mando y lo había puesto al lado de la televisión.
Además cuando llegó Santi le dio al interrumpor de la tele y esta se encendió. Con lo cual me demostró que podía haber visto las noticias. “Puto niño”.
Kiko Cabanillas.

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