2 de septiembre de 2016

-Siria. Santiago Romero.

Todo comenzó cuando el jefe de Internacional de el diario La Opinión, Santiago Romero, decidió publicarme un artículo sobre Siria en las páginas de Opinión del diario que lleva el mismo nombre.
El artículo era un análisis en profundidad sobre el conflicto armado.
El caso es que nada más publicarlo llamé continuadamente a Santiago con el fin de proponerle más trabajos. La primeras ve me atendió. Pero a partir de la segunda se hizo el “longis” y no me cogió el teléfono.
Ya por aquel entonces era yo corresponsal de guerra en mi imaginación.
“¿Te interesaría ir a Siria con La Opinión?”, me preguntó Santiago.
“¡Claro!”, respondí.
“Te irás de inmediato. La situación es límite y sospechamos que puede haber un cambio drástico. ¿Tú de inglés qué tal”, señaló.
“El inglés lo domino”. “Y...¿iré sólo o con fotógrafo?. Si queréis ahorrar yo me puedo hacer las fotos. También soy fotógrafo”, respondí.
Fui sólo. Y al llegar a Alepo me hospedé en el hotel de la prensa.
Los tanques no daban un respiro a la población.
Decidí ir a la embajada de Rusia, donde tuve la suerte de entrevistar al embajador, quien me reconoció que su país continuaría por tiempo indefinido ayudando al gobierno sirio.
La entrevista fue una gran noticia, según me reconocieron en La Opinión.
Y a partir de ese primer día todo fue seguido. Me establecí como “Freelance” y recorrí todo el globo en busca de conflictos armados, para diversos medios.

Bueno, en mis sueños llegaría más y más lejos. Pero lo que realmente espero es que Santiago se me ponga al teléfono. Aunque quizás haga caso a mi mujer, que dice que dándole la paliza por teléfono lo único que voy as conseguir es que se cabree y no se ponga.

Por cierto me olvidé de preguntarle a Santiago si para ir a Siria hace falta alguna vacuna.
                        Kiko Cabanillas.

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