23 de agosto de 2015

Coche: Viaje En El Tiempo

Quedó en recogernos mi padre para ir a su casa de Lamas. Santiago desde A Coruña estaba a cuarenta                                              kilómetros, aproximadamente.
Llamó al telefonillo, bajé, me senté delante, a su lado, abrí "Palabras para Julia" de José Agustín Goytisolo...Y pronto estábamos en la autopista.
Casi no hablamos. Yo fuí embebido en la lectura.
De repente abandonamos la autopista.
El paisaje me producía una sensación extraña: Me era muy común pero no era el habitual hacia casa de mi padre.
Fué entonces cuando el rostro de mi padre experimentó el cambio: Había rejuvenecido treinta años.
"¿Metiste las raquetas en la maleta?", me preguntó.
Extrañado pues hacía dos décadas que no jugábamos al tenis..., le dije: "¿Qué raquetas?".
Miré por la ventanilla y no lo pude comprender: Estábamos en Becerril de la Sierra. El pueblo donde teníamos el chalet en mi infancia.
Mi rejuvenecido padre condujo hasta el mismo.
Y allí en la puerta de "El Curruncho" estaba "El Lucio", mi amigo de la infancia, con unos quince años, quien me dijo: "Está el pantano lleno de Cachos, Carpas y Truchas. ¿Te subes conmigo?".
En ese momento me dí cuenta de que yo también había rejuvenecido.
"Qué crueles son en los pueblos: Realmente Antonio, el hijo de la Hortensia, es idéntico al pez del apodo", señaló mi padre de cuarenta años.
 
 

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