10 de febrero de 2016

-Sin Llaves.

Era domingo. Me desperté sobre las siete, como siempre. Desayuné. Ducha. Leí la prensa en Internet. Y rápidamente salí a comprar pan.
...tan rápidamente que me olvidé las llaves en casa...
Gracias a Dios me había llevado el móvil.
Llamé a cerrajeros 24 horas, gracias al Internet de la moderna telefonía.
Y al cabo de una hora se personaron en el lugar.
Abrieron en cuestión de minutos. Y yo pude coger mis llaves.
Gracias, pasaré a pagarles mañana lunes, por favor me dicen su dirección.
“Tenemos la costumbre de cobrar al momento”, replicó el técnico ofendido.
“Pues sintiéndolo mucho no llevo dinero encima”, mañana les pago sin falta.
Al irse pensé que podía haber sacado dinero con la tarjeta... Pero no sé por qué no tenía intención de pagarles.
Llegó el lunes y me pasé la mañana escribiendo en casa sin salir, ni siquiera para pagarles.
Llamaron por teléfono y dijeron: “Si no paga usted hoy mañana se arrepentirá”.
Y así fue.
Salí a trabajar y al volver a casa...
Era increíble: La puerta había sido cerrada con un travesaño que cruzaba horizontalmente. Además la llave no funcionaba...
¿Cómo era posible?.
Cierto era que me había hecho el remolón para pagar, pero...No tenía sentido.
Llamé a “Cerrajeros 24 horas” y pedí hablar con el jefe.
“Yo soy el jefe”, contestó. “Lo que tiene que hacer es pagar. Y le liberaremos la puerta”.
Finalmente fui a pagar. Y ellos cumplieron su palabra: Retiraron el travesaño y desbloquearon la cerradura.
A partir de ese día siempre fui puntual al pagar mis deudas.

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