8 de febrero de 2016

-Español para inmigrantes.

Hace ya más de veinte años que soy profesor de español para inmigrantes.
Comencé con Sor Elvira: Monja de Cáritas que trabaja con el citado colectivo desde el concello pontevedrés de Marín.
Ella me facilitaba libros de primaria que yo usaba de libros de texto.
Al trasladarme a vivir a A Coruña quise dar continuidad a mi trabajo y así descubrí la ONG Ecos do Sur. Donde tan bien me fue -no sólo fui profesor sino también trabajé como periodista- que ejercí de presidente durante cuatro años. Pero continué en todo momento como maestro de español.
Comenzamos dando clase en la Glorieta de la Paz para pasar a continuación a un local sito en una paralela a Ronda de Outeiro, a la altura de Sagrada Familia.
Yo a mis alumnos más avanzados les hacía leer poesía en clase. Y asímismo trabajaba con ellos la empatía y el apoyo picológico.
Todos los días en clase leemos los titulares de La Voz de Galicia, lo cual nos da pié a nuevo vocabulario y también sirve para que estén al día de todo lo que ocurre.
Mis alumnos son del nivel avanzado. Y algunos provienen de antiguas colonias inglesas por lo cual hablan correctamente inglés -por lo que les doy la clase en inglés- o portugués -de Cabo Verde-. También hablo potugués, que aprendí con mi novia brasileira.
Por otra parte, les hago leer cuentos infantiles y lecciones sencillas de gramática.
Uno de los alumnos más asiduos -le di clase durante tres años- era Joao, de Cabo Verde, quien actualmente trabaja de marinero.
Hoy mismo cuando acabe de redactar este texto voy a darle clase a George, africano que domina el inglés y a quien le doy la clase en este idioma. Todo ello si se encuentra bien de la malaria que padece y que en ocasiones le dificulta el aprendizaje.
Pero lo que quiero dejar más claro es que soy yo el más retribuído por estas enseñanzas. Pues aunque no cobre son muchas las gratificaciones que tengo. Hace dos años, sin ir más lejos, se me presentó Joao con un taper de “Cachupa caboverdiana”, manjar típico de su país cocinado con “feijons”, especie de judias pintas y con carne de cerdo.
Joao... ¡Te quiero!.
                                               Kiko Cabanillas.



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