28 de febrero de 2016

La Caída Del Magnate

   Esta es la triste historia de la fulminante debacle de un ascendiente familiar, Javi, quien pasó de        ser  un pudiente empresario gallego a indigente habitual de un comedor social.
Todo sucedería por culpa y consejo de un amigo que tenía negocios en Nicaragua: Felix de la Rúa.
"Será una inversión segura. No hay nada que temer. Y el beneficio anual será del mil por ciento.
Javi tenía dudas pues sabía Felix había traficado con armas para surtir a la contra nicaraguense.

Así, al año de efectuar la inversión, cuando Javi esperaba sus primeros beneficios, Felix le dijo: "Lo siento Javi pero hemos perdido todo lo invertido. Ya sabes que mis negocios son de alta rentabilidad pero sumamente inestables. Mala suerte. Pero tengo la solución: Reinvertir. Pon la misma cantidad que pusiste y recuperarás todo".
"Félix, había invertido el setenta por ciento de mi capital total, no sé si podría conseguirlo otra vez. Bueno venderé mi casa de la playa", señaló Javi.
Y esto mismo ocurrió en cinco ocasiones: Javi quedó arruinado y sin propiedad alguna.
Vivía en un albergue y acudía a diario a un comedor social.
La mujer con la que convivía Javi le abandonó ante la incapacidad de acompañar su ruína.

Y esto es que Javi salía cada mañana de su albergue con una bolsa de plástico en la que iba colocando todo objeto útil y comida que encontrase en los contenedores.
Pero ahora su verdadera preocupación era conseguir contactos en el servicio de alimentación para lograr así que le sirviesen más patatas.
Ya no tenía amigos ni amores.
Y los únicos que le hacían caso eran los policías municipales, quienes le daban ropa y ocasionalmente alguna manta.
Ésta es en fin la historia del magnate gallego quien pasó de los mejores restaurantes a las colas de la más cruel de la indigencia.  

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