El Carrefour estaba muy concurrido.
¡Bien!.
Cuanta más gente mas fácil será.
Pues sí vamos a ver si me sale una
obra.
Tendré dinero para las actividades
extra-escolares de Fernandito.
¡Malditas fechas!.
Tanta fiesta y regalos. Y yo tengo para
comer de milagro.
Turrón de chocolate para mi mujer.
¡Cómo le gusta!. Y de Yema tostada para mi hijo y para mí,
Y según se metía el turrón en los
pantalones, se preguntaba: ¿Dónde estarán los palitos de
cangrejo?.
El marisco para pobres.
Localizados los palitos procede a
robarlos.
Y ya con los palitos y el turrón
incorporados a su ser se dispone a salir.
“Perdone me puede acompañar”, le
dice un guardia de seguridad a la puerta.
Y juntos van a un cuartito donde el
guardia le ordena que saque todo lo que llevas escondido. Al tiempo
que le dice: “Fernándo es la tercera vez esta semana. A la próxima
te denuncio a la policía. Y ya sabes que tendrás problemas. Tienes
antecedentes”.
Así pues Fernando, Eva y Fernandito
cenaron por Noche Buena sopa de fideos y no hubo regalos.
Y a la mañana siguiente Fernándo se
dirigió al supermercado de El Corte Inglés, donde hasta el momento
no lo tenían fichado.
Kiko Cabanillas.
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