22 de diciembre de 2016

-El editor fantasma-

Todo comenzaría el día en que Jacobo, que es como yo profesor de español de inmigrantes en la ONG Ecos do Sur, me comentó tras una cena que él también escribía y que conocía a una editora que podía ayudarme a publicar.
Me fascinó la idea y tuve con él varios cruces de correo electrónico, tras los cuales me dio el teléfono de Ana Julia.
Entusiasmado llamé a mi futura editora.
En el momento ya me había hecho a la idea de cómo haría para conseguir tiempo para escribir: Dejaría mis clases de gallego y mi colaboración de prensa en el centro Comercial compostelano Área Central.
Y me daría paseos por el mercado de San Agustín para inspirarme.
Tendría mi botella de JB para tomar una copa al acabar la jornada. Y...

Mi futura editora me dijo que me convenía hacerme socio de la Unión de Escritores, por tan sólo seis euros al mes.
¿Y mis sueños?. Si ya casi era famoso y envidiado.

Pensando fríamente tuve que reconocer que Jacobo ya me había hablado de la Unión de Escritores. Es decir: Había sido toda la película fruto de mi imaginación. Ana Julia era la persona que podía ayudarme a hacerme socio de la Unión de Escritores y nunca había sido editora.

La veré mañana. Fotocopia del DNI, Fotografía y Número de Cuenta Bancaria.


Y seré socio de la Unión de Escritores, donde puedo publicar ocasionalmente y tendré noticias del mundo editorial. Recuerdo que Jacobo también me dijo que a veces encargan trabajos.
                                     Kiko Cabanillas.

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