En Alepo es desalojada por la población
civil, que deja tras de sí muerte y destrucción.
Pero la paz no avanza. El ISIS se hace
fuerte en Raquam, de donde es mi alumno Ahjmad.
La calle se puebla de mendigos, quienes
aprovechan la especial sensibilidad de la gente en Navidades para
conseguir más limosnas.
La pandemia del Sida avanza
inexorablemente en África, donde no existen retrovirales.
El “caballo” y el “perico”
amenaza a nuestros hijos. Y los paraísos artificiales logran más
cariño en occidente del que pudieramos ofrecer el común de los
mortales.
La clase media se hunde en la pobreza y
ya no cuenta con presupuesto que permita hacer frente a los gastos de
la orgásmica fiesta.
Depresión económica.
Esta es la expresión que teje sus
redes en torno a aquellas familias que a duras penas pueden hacer
frente al día a día...¿Cómo y con qué dinero festejar la venida
del buen dios?.
Desnudemos de gastos superfluos a la
Navidad. Comamos y bebamos de un modo especial pero económico y sin
excesos. Y sobre todo...
...Compartamos estas fiestas con
quienes no tienen con qué ni con quien celebralas
Kiko Cabanillas.
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