A modo de excusa
os diré que he iniciado el libro de Poesía “El mercado de San
Agustín”. Y en consecuencia no podré atenderos tanto.
¿Pero qué
dices?.
“Cuéntanos lo
que haces. Con eso llega”.
Pues bien hoy
tengo invitados a comer a un alumno sirio: Ahmed y a su novia: Leti.
Les he preparado
una merluza al horno que se chuparán los dedos. Albariño y cerveza
Alhambra. Ella insistió en traer el postre.
Pero si he de
contar algo que realmente ha cambiado mi vida os diré: He comenzado
a escribir Poesía. Todo gira en torno a la creación. No me libro ni
en sueños.
La Poesía es el
amante más exigente.
Retorno. Quise que
estuviera mi hija Julia en la comida pero va a comer en la
biblioteca.
No podré
presentarle a Ahmed y a Leti.
Pero...Otra vez
será.
Quien me hubiese
dado a mi la posibilidad de conocer de joven gente tan interesante.
En fin...
Bueno, ahora
cuando acabe de escribir me voy al gimnasio. Me he quedado sin profe
de rehabilitación, por lo que llevo dos semanas entrenando por mi
cuenta.
Y hoy, después de
comer viene a casa Ana -mi exmujer- quien me trae a mi dios: El gran
Santi. A quien daré un gran beso en los morros según aparezca. Que
será correspondido.
Y se inicirám los
paseos por el Paseo Marítimo. Y los helados. Y los cuentos a la hora
de dormir.
¡Que más Poesía
puede haber!.
Kiko Cabanillas.
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