9 de junio de 2018

Yo quise ser Sida.

“Ciento veinte pulsaciones por minuto” es el título de la película que acabo de ver en el Fórum coruñés y que aborda con inmensa sensibilidad e inteligencia el drama del Sida.
En el eje central del filme están un grupo de activistas que luchan contra el rechazo político y social de la enfermedad así como contra las farmacéuticas cargadas de prejuicios a la hora de luchar contra este mal.
El papel protagonista es para un homosexual con el Sida avanzado ya con el Sarcoma de Kaposi, siempre acompañado por su pareja masculina. Deterioro y muerte.
Un colectivo cargado de poesía que parecen ser un alegato contra la vulgaridad imperante. Poco toca el mundo de los Sida heroínomanos, pero estos son también un verso suelto.
Marginalidad iconoclastia y rupturismo que me abrazaron hasta tal punto que quise por un momento ser un enfermo de Sida.
                         Kiko Cabanillas.

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