Pero gracias a la
mediación de Tayib, mi profesos de árabe, amigo y colaborador en
prensa, conseguí darle clases de español a la marroquí Salma.
Tiene un nivel de
Iniciación y unos hermosos ojos negros.
La primera clase
fue un éxito ya que se quedó encantada.
Y así será
durante los meses de Julio y Agosto.
Las clases se las
doy en casa, ya que las clases de Ecos do Sur han finalizado y
durante el periodo vacacional quedarán suspendidas.
Para rematar la
cuestión Tayib me ha preguntado si también le puedo dar clases a
una inmigrante tunecina. “Sí, encantado”, fue mi respuesta.
Así pues recibiré
clases de árabe todos los días. Y al acabar impartiré clases de
español.
Para concluir la
mañana iré al gimnasio la Casa del Agua.
Mis tardes estarán
dedicadas a leer y escribir.
Tengo en
perspectiva redacta un libro de poesía.
Kiko Cabanillas.
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