21 de junio de 2018

El “Natilus” se volatiliza.

Nos ha fallado el contacto: Germán Padín -cura salesiano-.
Cuando ya estábamos casi haciendo la maleta para atender a los 629 inmigrantes del “Nautilus” Germán nos dijo que aún no había conseguido los permisos y que se retrasaba el tema quince días.

Nos recordó que la Cruz Roja tenía la exclusiva de la ayuda humanitaria. Asimismo, nos señaló que podíamos ir pidiendo antecedentes penales pues era necesario estar libre de ellos para desarrollar el requerido voluntariado.

El caso es que Jacobo, por un problema que tiene fácil explicación, y en el que no voy a entrar, tiene antecedentes penales, con lo cual no podía ir. Y yo sólo no voy, pues tengo una minusvalía del 67% que me exige compañía y ayuda.

¡Blufffff!, la aventurase frustró.

El caso es que yo no estaba seguro de esta excursión, pues lo veía todo demasiado inestable.
Y el destino decidió por mi.
Al respecto me dijo mi prima Vicky: “Lo que viene, conviene”, según un dicho de su profesorade yoga.

El caso es que me voy a quedar tan agusto recibiendo clases de árabe a domicilio con Tayeb. E impartiendo clases de alfabetización de español a una inmigrante árabe. Así como escribiendo un libro de poesía, que es lo que me sale del alma en este momento, pero que tiene difícil publicación.
Kiko Cabanillas

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