30 de junio de 2017

-Visita de la Unión Nacional de Escritores..

Todo comenzaba como siempre aquella mañana.
Yo en mi puesto de redactor. Y ocasionalmente se acercaban clientes.
Entonces apareció Jacobo flanqueado por Ana Julia. Era sábado.
Jacobo muy sonriente me preguntó “¿Cómo estas?”.
Yo le contesté que muy bien. Acto seguido ambos nos comentamos los argumentos de aquello que escribíamos. Actividad la que se sumo Ana Julia.

En el banco en el que cabíamos los tres sentados.
Y allí copartimos fracasos y esperanzas.

Ana Julia me propuso una obra de teatro en la que yo era el protagonista.
Y, a pesar de mi humildad, acepté encantado.

Mi vida tenía Poesía. Y ésta sería captada por mi compañera de la Unión de Escritores.

Tras el paso de varias horas, en las que invité a mis amigos a escribir para la gente que se paraba, decidí invitarlos a casa a comer. Aceptaron encantados.
Me disculpé porque la casa estaba bajo mínimos. Si bien yo me ocupaba obsesivamente de que todo estuviera limpio.

Tras la sobremesa Jacobo y yo hablamos de nuestros alumnos en Ecos do Sur, a los que enseñábamos español.

Y disfrutamos sobremanera con las ideas teatrales para futuras obras de Ana Julia.

Al mismo tiempo le pedí a todos que me ayudasen a encontrar una compañía de teatro en la que pudiera estar mi hija Julia, que para el año iba a venir a vivir a Santiago.
Los fines de semana los pasaría en casa por lo cual tendría tiempo de desarrollar el drama.
También cabía la posibilidad de que la compañía fuese compostelana, con lo cual también podría ir entre semana.

Asimismo, le insistía mucho a Julia en que leyese a los clásicos y la animaba mucho en sus primeros pinitos literarios.
La Unión de Escritores la acogería si prosperaba.


Finalmente, Jacobo y Ana Julia se mostraron muy animados respecto a un viaje que vamos a hacer a Granada.
Jacobo mostró su pesar por no conocer la Alhambra.

Y no diré quien pero el sábado por la noche me llega un hachís maravilloso con el que me he hecho para escribir. Y con el que espero que los sueños vengan a mí.
Debo comprar cerveza para acompañar el chocolate.
Así es que con vuestro permiso...
Me dirijo al Carrefour para hacerme con una caja de Coronitas.
Y el sábado entraré en paraísos artificiales..
Y sin duda el duende vendrá a mi.

Voy pues a por cerveza.
“Nos vemos”.
                                      Kiko Cabanillas.





































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