10 de junio de 2017

Lumbalgia.

Debido al esfuerzo en cargar cajas para los refugiados de Grecia ubicados en A Coruña, padecí aquel junio del 2017 una Lumbalgia, que me incapacitaba seriamente para las tareas más cotidianas.
Aún así continué trabajando bajo las órdenes de Teresa.Mi buen amigo y médico de familia Pablo Vaamonde me dio permiso para seguir trabajando. Si bien me medicó mucho con analgésicos.Como una maldición cuando acababa el efecto de los medicamentos un dolor agudo se apoderaba de mí. Pero tal es mi actitud de lucha que he quedado el domingo con mi padre y hermano Javier para ir a Vigo a visitar a mi amigo y abogado el Lobo, quien ha cerrado estupendamente mi divorcio. Pensión compensatoria de 33.000 euros, y pensión para los hijos, de 700 euros mensuales para Santi y de 500 euros para Julia. Comeremos mi padre, Javier, Lobo y yo en Vigo. Y luego llevaré al Lobo engañado a comprarle un árbol para la finca.Pormenor que me fue desvelado por su mujer Coco. "Le haría mucha ilusión algo para la finca, como un árbol", dijo.A todo esto esperemos que mi lumbalgia no me atormente mucho y que pueda pasar un día feliz".Y entre tanto escribo sin parar: Un libro de Poesía y relatos sueltos.Coco me dijo que estaba leyendo mi libro y que debía aprovechar el buen momento por el que estaba pasando con mi trabajo con los inmigrantes y con mi literatura.Y ciertamente estoy en un buen tramo existencial, que esperemos que dure.Si es que la lumbalgia no concluyen en mi ser doblado cual alcayata.
                                 Kiko Cabanillas.

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