11 de agosto de 2016

Carta dirigida a mi primo hermano Kikón:

Querido primo-hermano:

Ya le he comentado a Julia -mi hija- que estoy pensando en irme a Alepo para trabajar  de corresponsal de guerra. Muy impactada me ha dicho que haga lo que quiera, pero que hay otros sitios donde podría trabajar que no están en guerra. "Que haya guerra es justamente lo que me interesa", le contesté.

Me he arrepentido parcialmente de contárselo, pero es que sentí la obligación espiritual
No está decidido aún, pero ya he comenzado a documentarme: Cultura, política y religión. Vía internet.

Hay que tener muy en cuenta que me hallo plenamente recuperado tanto física -aunque menos de lo deseado- como intelectualmente. Y sólo soy periodista. Además ya tengo cincuenta años.

Estoy barajando la posibilidad de llegar a Alepo desde Turquía, pero lo más adecuado sería preguntar en el consulado sirio por el método más seguro.
Seguiré explorando y comenzaré a prepararme fisicamente en el gimnasio, pues nunca está de más.
Santi: Yo le cuido como nadie, pero lo cierto es que vive con su madre en Madrid y está muy bien atendido. Lo veo una vez al mes. Y creo que soy perfectamente prescindible.
Enrique, hermano del alma, ayúdame a analizar el asunto y dame el parecer de Victoria.
Siempre tuve dos vocaciones periodísticas: Trabajar en una ONG en un país en desarrollo y ser corresponsal de guerra.
 Se despide de su hermano Leopoldo Vacanillas.

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