28 de noviembre de 2016

-Retiro da Costiña-

Ayer fuimos a comer al compostelano “Retiro da Costiña”.
Eramos ocho comensales:
Kaki, amigo de Fernando: Novio de mi sobrina Arantxa -también presente-, hija de mi hermano Javier. Y que ya retirados en la sala de puros, después de comer, nos deleitó con unos “petardos” de hachís y marigüana. Todo ello regado con un buen wisky aconsejado por Manuel.
Piloto de aviación comercial, Fer -intimo de Kaki- demostró su saber estar y su simpatía aderezada por un fino sentido del humor.
Mi hermano Javier -quien exigió ser él quien invitase- disfrutó inmensamente del encuentro.
Sólo Fer y yo nos decidimos por el Menú de la Casa, consistente en diez platillos variados de alta cocina, así como varios postres.
Ana Pardina -mujer de Javier- estuvo toda la comida hablando con Maló -mujer de mi padre-, con lo cual se establecieon grupos de conversación: Mi padre y Kaki; y a su vera Javier, Fer y yo.
La comida era excepcional, para mi con el pequeño defecto de su escasez, pues eran manjares “delicatesen”. Más diseño y presentación que verdadera comida.
Kaki se comió una paletilla de cordero, cuya escasez me hacía rememorar la inmensidad de los hornos de Castilla.
Al finalizar, Kaki me llevó a casa haciendo gala de la seguridad propia del corredor de rallys que en realidad es. No sin dejar de funar hierba, lo cual al volante no me dio mucha tranquilidad.
Al llegara casa, caí en un profundo sueño, debido a mi intoxicación de hierba. Finalmente me desperté sobre las 23.00 y me retiré a la cama.
Hoy seguiré mi vida con absoluta normalidad: Clases a inmigrantes y entrenamiento rehabilitador con Nando. Redactar relatos cortos y Blog de Area Central serán también mis obligaciones de este lunes, en el que he recordado que la hierba no deja resaca.
                                                           Kiko Cabanillas.


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