Tengo trece años. Estoy a la puerta de
Gólope, esperando a que se enrollen y nos dejen pasar. Llevamos el
DNI.
Pero Pirri está mosqueado por el
cristo que le montamos el último día.
Bebemos a morro de una botella de vino
de pasa.
Ramiro tiene medio talego que le ha
pasado Toño. Y se lía un canuto.
Estamos sentados en un portal y nuestra
diversión consiste en echar “lapos”, a cual más lejos.
Por fín nos deja pasar Pirri.
Música “heavy”, preferentemente
española. Y muy especialmente Tequila.
Má porros. “Voy a pillar más”,
nos dice Ramiro. Para lo cual hace colecta.
Bailamos moviendo la cabeza de
izquierda a derecha y con las manos en una supuesta guitarra.
Vuelve Ramiro con más costo y reparte.
Ha pillado media placa.
Y a partir de ese momento una nube
nubla mis sentidos y ya no recuerdo nada.
Unos años después estoy en el colegio
Monfort, de Loeches internado.
Como es fin de semana bajamos al
pueblo, donde nos instalamos en un bar en el que dejan fumar “petas”.
Bebemos de mañana “vermú”. Estamos sentados en las mesas de
fuera.
Allí todo el mundo tiene chocolate. Y
todo el mundo lía.
Resultado: Nos ponemos ciegos.
Ambiente enmudecido. Nadie habla. Sólo
algún ocasional comentario de las excelencias del “hachís”. El
canario es sublime. Volvemos al Monfort. Comemos “colocaos” y
tras el papeo dormimos una profunda siesta.
Y ya muchos años más tarde. Anteayer:
Kaki me lleva a casa desde Santiago hasta Coruña. Venimos de comer
en “El Retiro da Costiña”. Después de una magnifica comida
familiar y unos puros, Kaki pidió permiso a la concurrencia para
fumar un “petardo”.
Cuatro porros más tarde me lleva a A
Coruña en coche. Y según va conduciendo nos fumamos un porro. Dos
caladas y retengo el humo lo que puedo.
Recuerdos.
Al llegara casa me siento en un sofá y
me quedo dormido hasta las 23.30. Me despierto. Colocado aún y...
Al día siguiente tengo clase de
rehabilitación con Nando.
Estoy como nunca. Me felicitan.
Indudablemente el chocolate tiene
efectos relajantes y neurológicos.
Ha sido todo un descubrimiento.
Proseguiré.
Kiko Cabanillas.
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