4 de enero de 2017

-El tren fantasma-

Todo parecía muy sencillo: En tren desde Madrid a Orense. Y de allí a A Coruña en otro tren.
El caso es que salí con toda normalidad.
Pero según me acercaba a Orense el pánico se apoderó de mi.
Solución: Le diría al revisor que presentaba una minusvalía y que necesitaba ayuda para hacer el transbordo a A Coruña.
Pero el revisor no aparecía.
Bien, ¡mejor!. Un nuevo reto.

Pero es que estoy demasiado nervioso.

Habíamos llegado a la estación.
La gente vestía muy bien. Y hablaba...
...francés.

Me fijé en los letreros y estaba todo en el idioma de Francia.
Me dirigí a un pasajero pero no me entendió.
No cabía duda estaba en París.
Qué habría sucedido. Mi mujer me había acompañado a coger el tren, con lo cual no había posibilidad de que me hubiese confundido.
Finalmente y ya más relajado decidí buscar un hotel barato y aprovechar para visitar el Louvre.

Entonces salí de mi ensoñación al llegar a Orense.
Desde allí debería coger el tren a A Coruña.
Me dirigiría a la salida a ver los carteles luminosos.

Llegué a casa sin el menor contratiempo y me puse a escribir este relato.
                    Kiko Cabanillas.

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