28 de junio de 2016

-Vuelvo a la Cruz.

Salgo de mi casa en A Coruña. Me dirijo a la Renfe, donde cojo un tren para Pontevedra.
Me encamino a la zona vieja, donde busco una pensión barata.
En la Herrería pregunto a un camello si tiene chocolate.
Me conduce a Johny, quien tiene costo del bueno. En una tabacalera cercana compro papel de fumar.
Ya bien pertrechado me encamino a la Alameda y de ahí a la Cruz.
Sueño que es por la mañana temprano y yo en vez de ir al Instituto Sánchez Cantón acudo a la cita con mis colegas. Allí fumamos costo. Bueno fumo en este caso.
Pronto recuerdo a Carlos Medina tocando la guitarra y cantando: “Cuando tengo tabaco todos vienen a mi...”.
“Pásame la pava Nito”, le pido a uno de mis colegas, quien me cede la colilla de su cigarrilo Camel. En el quiosco venden cigarrillos sueltos.
“Luis, el gallo, sale con Paloma. Y se cela hasta de su sombra”.
El abuelo es el primero que se pone a trabajar. Los demás preferimos no hacer nada. Esto es, estudiar. Si bien de vez en cuando nos sale algún trabajillo.
Nos gusta el “Heavy Rock” y sobre todo los grupos rockeros españoles, como Tequila.
Ya cansado y fumado me dirijo al bar de Mon. Y allí está él, quien trabajo en un bar con su tío desde que era un chaval. Tomo unos cuantos vinos y le cuento que ahora me dedico a escribir, aunque gano muy poco dinero.
Ya compartidas unas risas con mi amigo vuelvo a la pensión.
Allí veo un poco la tele con los dueños. Y al poco tiempo me dirijo a la habitación donde con una pésima luz me dispongo a leer poesía: Concretamente a Luis García Montero.
He traído un ordenador portátil, que enciendo a las cinco de la mañana y...
Kiko Cabanillas.

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