25 de noviembre de 2015

-Mi nuevo Fax-

   Todo comenzaría el día tres de octubre de 2015 cuando me senté en el watter del cuarto de baño del piso inferior de mi duplex: Ví que en el rollo de papel higiénico que reposas sobre la calefacción había algo escrito. “Buenos días Kiko...Estaremos en contacto”.
No sé porque pensé instintivamente en los tiempos en que llegaban a la redacción todas las noticias por Fax, no como ahora por e-mail.
Bueno, pero me que dé estupefacto. ¿Quién podía haber escrito eso?.
Les pregunte a mi mujer y mi hija. Y Julia respondió entre bromas: “Ha sido Santi”(Síndrome de Down).
Pero justo cuando conseguí que bajaran a ver lo escrito desapareció como por arte de magia

“¿Ya tan temprano bebiendo?”, dijo Ana a modo de broma.
Pero el caso es que las noticias siguieron viniendo con antelación a las de los periódicos, la rádio y la televisión.
Así predije los atentados islamistas en París y el derribo del avión ruso.

Pero me dí cuenta de algo terrible: Imprimía mi papel higiénico antes de que los hechos hubieran ocurrido. ¿No suponía eso una dramática predestinación?.

Con ayuda de mi primo profesor Kikón, profesor de Derecho e intelectual, juntamos en su casa a varios genios populares, y entre todos analizamos la situación.

La conclusión fue la siguiente: “No estábamos predestinados, sino que simplemente el Fax se adelantaba al tiempo, no lo condicionaba, lo preveía”.

Y a todo esto yo seguía recibiendo los Fax higiénicos allá donde estuviere, no sólo en casa.
Supe con antelación de la película “Una pastelería en Tokio”. Y asimismo sabía con antelación de novedades editoriales.

No tardé en darme cuenta de que debería sacar provecho a mi nuevo Fax, así es que edité una revista “Rúa” de cultura y arte, en la que tenía primicias en cada número. Si bien debido a su limitada edición la magia no transcendía demasiado.

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