28 de mayo de 2017

-Visita al tío Eduardo.

Este domingo despejado de Mayo, estoy en mi coruñesa casa esperando a que lleguen mi padre Pedro y mi hermano Juan a casa a recogerme.
Plan: Ir a recoger a mi tío Eduardo, quien vive el insondable drama de tener a su mujer ingresada en una residencia con un cuadro de Alzeimer avanzado. Para colmo el tiene una incipiente demencia senil
Comeremos en "La Penela".
Tendremos una charla de pasar el rato. Y tras los cafés acompañaremos a mi tío a su casa, donde es atendido por una doméstica rumana. Luego quizá vayamos a la residencia a vera mi tía.
Obsesionado me tiene el bueno de mi tío con la futilidad existencial.
“¿Recuerdas el cupé que tenias de joven?”. “Claro”, contestó.
Y mi padre, que es mayor que él, sufre en mayor medida que nadie el deterioro de su hermano.
Todo pasa...
Sólo la Poesía permanece.
Y a tal fin llevo ya este año tres libros de Poesía -el último en redacción.
Las sonrisas, los besos, los abrazos...

Y poco más.
                                      Kiko Cabanillas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario