17 de abril de 2017

Santi de nuevo en el hospi.


Mi hijo Santi, Síndrome de Down, está ingresado en el hospital Niño Jesús de Madrid debido a que su infección de tobillo se le ha extendido.
El hecho de que tome inmunodepresores ha facilitado esta extensión.
No me pregunteis por qué toma estos medicamentos porque lo ignoro, ante la cantidad ingente de pastillas que ingiere. Para cualquiera de sus múltiples problemas.
A mi la noticia me la dieron hoy a la hora de comer. E ingerí un aguardiente blanca para digerirla.
Mi ex-mujer Ana lo cuida como sólo se cuida a un hijo. Y aunque mi hermano Chemi me dice que soy su padre y tengo derecho a estar con él, he optado por no interferir su cometido. Mi padre es partidario de esta opción.
Santi estará ingresado tres o cuatro días tomando antibióticos por vía parenteral.
Y si todo va bien -que irá- estará en casa en breve.
Les di la noticia a mi familia por whats upp, y por error se la dí también a mis amigos árabes.
Los cuales tuvieron una reacción cariñosísima.
Y es que me doy cuenta que mi integración con este colectivo trasciende ya la simple amistad.
Son mi gente. Mi familia.
¡Santi eres hermoso!. Cuánto más enfermo estés más se incrementará tu belleza.
Y él a todo esto feliz como una perdíz.
La noticia me vino en un momento crucial en mi existencia: Trato de insertar las claves de Internet para poder ver el paupérrimo saldo en mi cuenta. Con la inestimable ayuda de mi hermano Javier. Quien me prometió, tras una cagada mía: Inserté claves erróneas, que se ocuparía de ello.
Pero el bueno de Santi me ha demostrado que hay unas cuantas cosas más importantes que una clave de Internet, aún cuando seas medio neurótico.
                                          Kiko Cabanillas. 

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